Cultura cuyo significado es “excelsa, eminente o como riqueza”.
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Integrada por más de mil piezas, la exposición Golfo. Mosaico ancestral, inaugurada la noche de este miércoles 30 de enero en el Museo Nacional de Antropología, es la primera gran muestra que ese recinto dedica a las culturas prehispánicas de la costa del Golfo de México.
Por primera vez, esta magna exposición presenta en la Ciudad de México algunas piezas emblemáticas de esa región como El bloque de Cascajal y La mujer escarificada, escultura huasteca procedente de Tamtoc, San Luis Potosí.
En el marco de la celebración de los 80 años del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y a 500 años del desembarco de los españoles en la costa de lo que hoy es Veracruz, se exhibe la riqueza de las culturas prehispánicas asentadas en la región del Golfo.
Durante el acto inaugural, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, celebró que el museo más bello e importante de México presente esta exposición que muestra nuestra mayor riqueza, la diversidad cultural.
Señaló que a cinco siglos de la llegada de los españoles, Golfo. Mosaico ancestral descubre “lo que ellos hace 500 años vieron, un patrimonio cultural diverso, extraordinario, sofisticado, con una estética muy poderosa y sobre todo con un simbolismo y un arraigo en las comunidades sin precedente”.
Ante el presidente municipal de Jáltipan, Lucas Martínez y representantes de diversas comunidades de ese municipio al sur de Veracruz, que prestaron sus tesoros para esta exposición, agradeció la confianza de los portadores de este patrimonio que lo han custodiado y resguardado y que nunca había salido de sus comunidades, para presentarlo en el museo más importante de México.
Alejandra Frausto aseguró que el Museo Nacional de Antropología es el lugar de encuentro de millones de personas, tanto mexicanos como extranjeros, donde nos reconocemos como país.
Durante tres meses, dijo, estará en exhibición Golfo. Mosaico ancestral muestra que, con un interesante montaje museográfico, presenta piezas que no se habían reunido ni se habían expuesto de esa región extraordinaria.
Recordó que para unirnos como país y cerrar las brechas abiertas por la desigualdad y la violencia, la cultura es lo más poderoso que tenemos, por lo que será un eje de la transformación del país.
Por su parte, Diego Prieto, director del INAH, precisó que esta muestra es una celebración por los 80 años de esa institución y los 500 años del desembarco de los españoles, que encontraron las maravillas que ahora el público podrá admirar.
Curada por Rebeca González Lauck, la exhibición celebra también la condición pluricultural de México a través de tesoros de enorme relevancia simbólica que se encuentran en las comunidades.
La muestra, dijo, subraya la riqueza de las culturas prehispánicas asentadas en el Golfo de México y “representa una grata oportunidad para aproximarnos a los conocimientos de los primeros habitantes de este territorio y que más tarde darían luz a diversos troncos civilizatorios, entre ellos el de la gran cultura Olmeca”.
Prieto señaló que la exhibición constituye la recuperación de materiales de quienes hace más de tres milenios ocuparon la zona y erigieron este legado procedente de museos y zonas arqueológicas de Veracruz, Tabasco, San Luis Potosí y Tamaulipas, así como de la Ciudad de México y los estados de México y Morelos.
Lo olmeca, lo huasteco, lo totonaco, lo zoque y lo nahua, dijo, se funden para mostrar la riqueza de una región cultural, a través de distintas manifestaciones que incluyen la lengua y formas arquitectónicas, escultóricas y cerámicas, entre las que destacan una representación de mujeres, inusual respecto al resto de Mesoamérica.
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