Cuidados de Enfermería en pacientes con patologías derivadas de las enfermedades sensoriales
Respuestas a la pregunta
Mantener control del peso periódico (de manera semanal al principio), vigilando pérdidas y ganancias.
Controlar la actividad física diaria: ejercicio y gasto energético en actividades de la vida diaria.
Vigilar signos físicos de malnutrición: piel seca, descamada, despigmentación, turgencia de la piel, problemas en las encías (inflamación, hemorragias, llagas en la boca) signos de anemia, uñas (quebradizas, en cuchara, aristas), boca con labios agrietados, enrojecidos inflamados, color de la lengua.
Pesar al paciente a intervalos determinados y determinar si es conveniente el conocimiento del peso.
Enseñar al paciente y familia los resultados esperados respecto a la enfermedad y la posibilidad de ganar peso.
La dieta inicial mínima de 1000 a 1500 calorías se va aumentando hasta cubrir necesidades, respetando el número y horario de comidas. Se hará control del peso, promoviendo una ganancia semanal adecuada, eliminando el ejercicio físico inicialmente e introduciéndolo progresivamente.
Crear un clima acogedor alrededor de la mesa, y presentar la comida de forma atractiva, y variada, preferiblemente no deben comer solos.
Explorar las experiencias emocionales con el paciente, ayudarle a que exprese sus sentimientos (principalmente: ira, tristeza, culpa, vergüenza), qué desencadena las…emociones, qué mecanismos de defensa utiliza, y para qué pueden servir estas reacciones.
Ofrecer contacto con el paciente para proporcionarle apoyo, favorecer el llanto o la conversación para disminuir la respuesta emocional, y darle seguridad durante los periodos más bajos o de mayor ansiedad
Ayudar a identificar las partes de su cuerpo sobre las que tiene una percepción positiva.
Hablar sobre el ideal masculino y femenino y los estereotipos culturales y hacer crítica sobre ellos.
Observar cómo se comunica el paciente: sus frases de autocrítica, las frases para identificar su imagen corporal, sobre todo de las partes más criticadas (caderas, muslos, abdomen), y devolver esa información al paciente.
Utilizar dibujos, tanto a pequeña escala como a tamaño natural, para discutir su percepción con la realidad.
Determinar si este cambio en la imagen corporal ha supuesto un aislamiento social.
Ayudar al paciente a identificar acciones que mejoren su aspecto: estilo de ropa, arreglo personal, cambio de imagen (pelo, maquillaje…).
Potenciar la implicación familiar, desarrollando un proceso de acepción del problema en la familia, hablando del problema con el paciente.
Valorar la comprensión del paciente del proceso de la enfermedad, ayudarle a entender el trastorno de la conducta alimentaria como enfermedad, desde un enfoque sereno de aceptación, desarrollando una visión objetiva del problema.
Proporcionarle información objetiva respecto del diagnóstico, tratamiento y pronóstico, así como de los cuidados de Enfermería.
Fomentar el desarrollo de relaciones, tanto dentro de los grupos de autoayuda de Trastornos de la Conducta Alimentaria como fuera, sobre todo con personas que hayan pasado positivamente por un trastorno de la conducta alimentaria (alentar la lectura de libros de memorias).
Favorecer salidas constructivas de la ira y la hostilidad. Apoyando mecanismos de defensa adecuados, describiendo consecuencias de los comportamientos con ira (atracones), culpa (soledad), vergüenza (vómito, ayunos).