Castellano, pregunta formulada por el3enletaSofia, hace 1 año

cuentos cortos para niños de primaria , alguien sabe

Respuestas a la pregunta

Contestado por jorge412x
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Existe una historia popular allá en Oriente acerca de un pescador y un genio. El pescador era pobre y tenía cinco hijos. Todas las mañanas echaba su red al borde del mar en busca de peces gigantes. Una mañana, cuando el sol comenzaba a brillar, el pescador inició su faena. Se introdujo en el mar y lanzó la red en busca de peces. En un primer intento la red no pescó nada; en el segundo sacó únicamente retazos de un asno muerto; en el tercero, cachivaches y un pez. Así que, en vista de los tres intentos fallidos, el pescador cerró los ojos, pidió la mejor de las suertes y lanzó la red al agua por cuarta ocasión. Cuál sería su sorpresa que la red cogió algo muy pesado.

 

Imaginó el pescador que había atrapado un pez enorme, pero lo que sacó de entre las redes fue una jarra de cobre amarillo. Pensó, entonces, que podría vender la jarra a los quincalleros, pero, al abrirla, salió de ella un humo espeso que llegó hasta el cielo, se condensó y tomó la figura de un genio, cuya apariencia era gigantesca, casi invisible e impalpable.

 

El genio, con voz fuerte, le dijo al pescador: “Agradezco me hayas liberado de esta prisión”. El pescador, que se encontraba atónito, le preguntó por qué estaba encerrado en la jarra. A lo que el genio respondió que antiguamente había sido alguien muy rico y poderoso y que había sido encerrado en la jarra por haberse revelado contra el rey Solimán.

 

Así que, desde aquel entonces, había jurado que a quien lo liberase le daría todo el oro del mundo. Pero pasaron cuatrocientos años desde que hizo la promesa y nadie llegó a liberarlo. Juró después que a quien lo liberase le enseñaría el canto de los pájaros, pero pasaron los siglos y tampoco hubo ningún libertador. Pasados mil años, y debido a que se multiplicaron las promesas sin que apareciera libertador alguno, se llenó de desesperación y rencor contra los humanos y juró que daría muerte a quien lo liberara... y dicho esto, exclamó: ‘Contigo he de cumplir mi último juramento. Prepárate a morir, ¡oh mi salvador!’” El pescador, aterrado por las palabras del genio, fingió descreer de la historia y le dijo: “Lo que me has contado no es cierto. ¿Cómo tú, cuya cabeza toca el cielo y cuyos pies tocan la tierra, puedes haber cabido en este pequeño recipiente?”

 

El genio le contestó: “Hombre de poca fe, ¿acaso no crees que pueda caber en esa pequeña jarra? Te demostraré que puedo”. Entonces el genio se redujo en tamaño y entró de nuevo en la jarra. El pescador, hábilmente, la cerró y le puso un sello para que no se abriera. Aquella jarra amarilla fue lanzada de nuevo al mar por el pescador y, en algún recóndito lugar del océano, espera con grandes sorpresas a su nuevo libertador...

Contestado por eliascruz10
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pueden ser historias de ultratuba 

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