cuento policiaco con nexos y abjetivos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
GRACE
Cuando cayó, todo el cuerpo del hombre pareció relajarse. Brazos y piernas se extendieron lentamente, como los pétalos de una flor que se abre. No hubo gritos. Oí un golpe seco, y lo vi ya extendido sobre el estrecho y mugriento patio trasero del hotel Empire.
Yo estaba en la ventana fumando un cigarrillo cuando vi al hombre dos pisos más abajo, sobre la escalera de incendios. Intentaba entrar en una de las habitaciones. Apoyó primeramente un pie en el angosto alféizar y metió una mano en la estrecha ranura abierta entre la base y la ventana de guillotina. Intentó alzarla, se agarró con la otra mano y finalmente puso el otro pie en el alféizar. Maldijo en voz baja y sacudió la ventana medio podrida. Su cuerpo sobresalía un buen trecho de la pared. Fue entonces cuando se soltó y cayó.
Corrí escaleras abajo y fui hasta la recepción; allí intenté explicarle a Bob, el portero argelino, lo que había sucedido. Bob apenas hablaba inglés, por lo que tardó algún tiempo en entenderme y venir conmigo al patio para ver al accidentado.
—Es Roberto —dijo—; vive en la segunda planta con su novia Grace.
El hombre no se movía. Le pusimos un jersey debajo de la cabeza y llamamos a una ambulancia. Unos minutos después entraron en el traspatio dos sanitarios portando una camilla. Le cortaron la ropa a Roberto y se la sacaron del cuerpo pálido y fláccido. Al anochecer, le pregunté a Bob qué había pasado.
—Drogatas —dijo—. Viven aquí desde hace años.
Me contó entonces toda la historia; le entendí que la noche anterior Roberto le había dado una paliza a Grace. Estaba borracho, y Bob llamó a la policía. Los agentes se habían llevado a Roberto y lo retuvieron en la estación durante toda la noche. Cuando Roberto llegó al Empire a la mañana siguiente, estaba otra vez borracho. Grace no estaba, pero Roberto subió sin pedir la llave. Bob dijo que lo había llamado, pero como él no reaccionó. Seguramente creyó que Grace estaría en la habitación y no lo dejaba entrar. Intentó entonces entrar por la ventana.
Poco después de la caída de Roberto me mudé a otro sitio situado más al norte de Manhattan. Las cucarachas de mi habitación habían conseguido expulsarme. Varias semanas después, una tarde lluviosa, pasé de casualidad frente al Empire. Bob estaba sentado en su portería, viendo en la televisión la noticia de una explosión de gas en Harlem. No me reconoció hasta que le pregunté por Roberto. Entonces bajó el volumen del televisor y me contó que Roberto había salido con una conmoción cerebral y algunas fracturas. En la pantalla apareció la cara descompuesta de una mujer negra.
—¡Qué horror! —dijo Bob—. ¡Siete muertos…! ¡Bum!
Una mujer que vestía una sucia camiseta y unos leggins de color se plantó a mi lado. Era muy delgada. Sus ojos, pésimamente maquillados, eran como manchas oscuras en su cara pálida.
—Hola, Grace —dijo Bob y le entregó una llave—. Éste es el hombre que encontró a Roberto.
Luego, dirigiéndose a mí, dijo:
—Ella es Grace, la novia de Roberto.
—Hi —dijo Grace y sonrió. Sus escasos dientes estaban amarillentos, tenían un aspecto quebradizo—. Gracias por su ayuda.
—Nada que agradecer, faltaría más —dije—. ¿Cómo está él?
—Dentro de una semana sale del hospital. La doctora dice que tuvo suerte de haber estado borracho. Estaba relajado cuando cayó. Podría estar muerto.
—¿Tiene seguro médico? —pregunté.
La mujer se encogió de hombros.
—Qué horror —dijo Bob señalando a la pantalla—. ¡Siete muertos…! ¡Bum!
—¿Dónde? —preguntó Grace.
—En Harlem —dijo Bob—. Gas.
Acto seguido, subió de nuevo el volumen del televisor; en el momento de marcharme, los dos, como hechizados, oían al periodista, que describía con voz temblorosa los terribles destrozos.
Explicación:
espero haberte ayudado :3