cuento del rey la nobleza clero y tercer estado por favor ayúdenme
Respuestas a la pregunta
La sociedad en el Antiguo Régimen era estamental. Los estamentos constituían grupos sociales supuestamente cerrados, con características, funciones y estatus jurídicos propios. La sociedad estamental se basaba en el principio de la desigualdad ante la ley. Tres eran los estamentos: nobleza, clero y estado llano o tercer estado.
El estamento nobiliario era una minoría social, que no suponía más del uno por ciento de la población europea. Los miembros de este estamento gozaban de una serie de privilegios: no pagaban impuestos, eran juzgados por tribunales de justicia especiales de acuerdo con leyes propias, ocupaban altos cargos en la corte, en la administración del estado, cuerpo diplomático, oficialidad en el ejército, etc..; disfrutaban de privilegios económicos como el mayorazgo que les permitía mantener intactos sus patrimonios, privilegios de honor o protocolo (uso de escudos y blasones, sellos, preferencia en actos públicos), y no ejercían trabajos manuales. Su principal fuente de riqueza provenía de las rentas procedentes de la tierra y, también fueron importantes las prebendas otorgadas por los monarcas. Los nobles actuaban de acuerdo con un tipo de mentalidad caracterizada por el orgullo, la magnanimidad, el mantenimiento del honor y la caballerosidad. Esos valores eran los predominantes en la sociedad del Antiguo Régimen.
Aún así, el estamento nobiliar no era homogéneo. Por un lado, estaba la nobleza antigua de base agraria, como los grandes y títulos de Castilla, los junkers prusianos, los pares de Francia o los lores británicos. Pero, por otro lado, a esta nobleza se le fueron añadiendo durante el Antiguo Régimen los miembros de la denominada “nobleza de toga”, es decir, la forjada por los reyes en torno a sus cortes, instituciones de gobierno y administración del estado. Era una nobleza letrada, formada en las Universidades y que ocupó los puestos de los consejos reales, los parlamentos y los tribunales de justicia.
No olvidemos, por fin, que también había grandes diferencias de riqueza en el seno del estamento nobiliar, desde los grandes de España o pares de Francia hasta los hidalgos y pequeños nobles.
Teóricamente, el estamento clerical era más abierto que el nobiliario. El clero se diferenciaba en clero secular (eclesiásticos no sujetos a reglas conventuales y que dependen directamente de la jerarquía eclesiástica ordinaria) y clero regular (religiosos sometidos a reglas de órdenes o congregaciones). Pero, también hay que distinguir el alto clero del bajo. El primero estaba constituido por las altas dignidades de ambos cleros. Las jerarquías eclesiásticas solían estar ocupadas, salvo excepciones, por miembros de la nobleza y hasta de la familia real. Administraban sustanciosas rentas y poseían gran poder. Por su parte, el bajo clero estaba formado por los curas párrocos, frailes, monjes y los legos (religiosos que no han recibido las órdenes sagradas). Estos miembros de la Iglesia eran de condición social más baja, más cercanos en sus formas de vida al pueblo llano que al alto clero, aunque gozaban de privilegios por su condición eclesiástica.
El clero tenía mucha importancia en los países católicos por sus funciones espirituales pero, también, por el control que ejercían sobre la educación, la cultura, el arte, la moral y por sus tareas caritativas.
El clero católico seguía las directrices del Papa. Disfrutaba de un inmenso patrimonio basado en la acumulación de propiedades y bienes protegidos que no podían enajenarse (manos muertas), así como por los diezmos y tributos que recibían por ejercer sus funciones religiosas.
Durante los siglos XVII y XVIII, algunos monarcas europeos intentaron