Question

Cuento de la hortaliza. En el huerto, los poros llevan una vida tranquila y rutinaria, incluso un poco aburrida. La única distracción es el viento. Cuando sopla, los poros sienten como si estuvieran corriendo en las colinas. Aunque ellos nunca corren, ni siquiera tienen piernas, sólo unas delgadas raíces ridículas. “No se puede viajar mucho con esto”, dice un poro. Por eso, cuando creen que nadie los escucha, platican sobre lugares remotos y exóticas aventuras. Un día, mientras hablaban de iglús, focas y esquimales, una enorme cabeza se asoma sobre la barda. Se asustan un poco, pues nunca habían visto una cabeza tan grande. Y, además, esa enorme cabeza habla, y con una voz muy dulce les dice: “Buenos días, pasaba por aquí y los oí hablar. Espero que no les moleste que me meta en su plática”, dijo la vaca recién llegada. Los poros se emocionaron. ¡Es la primera vez que un extraño se interesa en ellos! “No, no”. “No, para nada” “¿Quién es usted? Nunca lo habíamos visto por aquí”, respondieron. “No me sorprende, soy el único de mi especie por estos rumbos. Y sólo vengo una vez al año”, dijo la vaca. “¡Una vez al año!”, le dijeron sorprendidos. “Sí, una vez al año, en Navidad” “Así es, soy un reno de Santa Claus”, les contestó la vaca. Los poros no pueden creer lo que escuchan. ¡Allí, frente a ellos, sonriéndoles encima de su barda, está un reno de SANTA CLAUS! ¡Una de las personas más importantes del mundo! Sobrecogidos por la emoción, tres poros de nervios delicados se desmayan. Sí, él jala el trineo en Navidad. Incluso lo hace sin ayuda, pues es muy fuerte. Vive en un iglú con chimenea y tiene cortinas en las ventanas. Se alimenta EX-CLU-SI-VA-MEN-TE de peces que atrapa a la manera esquimal: A través de un agujero en la superficie congelada del agua. Y le encanta esquiar en el hielo: es el mejor y el más afamado. “¿No les gustaría ver todo eso con sus propios ojos en lugar de que se los cuente? Santa me envió a verificar que los niños se hayan portado bien, pero ya terminé y voy de regreso. ¡Si quieren los llevo conmigo!”, dijo la vaca-reno. Los tres poros débiles se desmayan de nuevo, pero se levantan enseguida para no perderse el viaje. Y listo, hemos llegado al final de la historia. Con orden y disciplina los poros hacen una fila, y uno tras otro, atraviesan la barda, contoneándose. ¡Les deseamos buen viaje! Sin duda volverán de su aventura muy cambiados… … si es que vuelven. El Reto de Hoy: ¿Te gustó el cuento? El final es sorprendente, ¿Verdad? Pero además de causar sorpresa, escribe en tu cuaderno ¿Qué otras emociones encontramos en la lectura?

Answer 1

Respuesta:

no entendí

Explicación: