Cuento corto de Vínculos Afectivos.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La historia de Témpano era muy triste pero nadie de su entorno se había molestado en conocerla. Fue abandonado cuando era muy pequeño en un contenedor de basura y, desde entonces, había crecido en un entorno sin cariño, sin caricias y sin calor. Con el tiempo, cada vez se hizo más frío hasta el punto que sus palabras se empezaron a congelar y no mantenía contacto con nadie, además, su aspecto pálido y ojeroso hacía que las personas no le quisieran a su lado.
Un día llegó al pueblo una familia con tres niños y felices se instalaron en su nueva casa. El hijo mediano, Damián, era albino y enseguida empezó a ser objeto de las miradas de los que allí vivían.
A los pocos días amaneció un día precioso y, Damián y su familia decidieron explorar las afueras del pueblo dirigiéndose a las cascadas del río de las que habían oído hablar
Explicación:
titulo:el cariño
Respuesta:
El hombre de témpano. Cuento infantil sobre el cariño
Explicación:
Poco antes de comer los niños quisieron darse un baño y se metieron en una poza natural. Nadaron, jugaron, lo pasaron muy bien y cuando iban a salir del agua, de repente, Damián empezó a gritar:
— ¡Algo me tiene apresado, ¡ayudadme! —, gritaba nervioso hundiéndose en el agua.
Los hermanos corrieron a avisar a sus padres, mientras Damián, a pesar de saber nadar, desesperado iba perdiendo las fuerzas
Témpano como acostumbraba, estaba sentado a la sombra de un manzano a la orilla del río y se quedó adormilado con el rumor del agua. Al momento, unos gritos le despertaron. Se levantó y vio al niño que se hundía haciendo grandes aspavientos. Sin pensarlo, se lanzó al río y buceando cortó la rama que tenía apresado al niño por el bañador y le sacó a la orilla. Cuando el niño estuvo a salvo, como estaba acostumbrado a su propia palidez, acarició agradecido la cara blanca de Témpano sin mostrarle temor y, aunque enseguida notó su frialdad, le dio un beso en la mejilla. Sintió entonces Témpano algo que jamás había sentido y su cara reaccionó poniéndose colorada. El niño entonces le preguntó:
— ¿Cómo te llamas?
Témpano extrañado dijo dudando:
— Carmelo — y al decir su nombre, por primera vez y en voz alta, no se congelaron sus palabras.
— Yo soy Damián, — dijo el niño.
Los padres del niño llegaron enseguida y abrazaron a Damián. El niño les contó que Carmelo le había salvado la vida. Los padres habían presenciado todo y, la madre agradecida abrazó a Témpano que, volvió a enrojecer y a sentir algo extraño dentro de su cuerpo
A partir de ese día Damián y sus hermanos iban a buscar a Témpano al río para jugar con él. Fue aceptado como uno más de la familia y le hicieron tener sentimientos que de otra manera jamás hubiera conocido. Por primera vez en su vida, Témpano, supo lo que era el amor.