cuento basado en la palabra
|-DESAHOGO-|
Respuestas a la pregunta
DESAHOGO.
Siento como si fuera un pez nadando contra la corriente. Las olas de la vida me pegan en la cara, salpicando y entrando aquellas pequeñas gotas molestas dentro de mis orificios nasales. El lago es pequeño, pero aún así no hablo con otros peces. No adhiero a las convenciones “cardumenales” de mi comunidad. No suelo decir hola, y estrechar mi aleta con la de otro. No suelo preguntar ¿Cómo estas? a alguien que de verdad no me interesa como esta. No soy así, como todos son, como todos quieren que sea.
Pero tuve una salvación. Aquel pez de color llamativo se acercó a mi. En realidad no se acercó a mi, si no que pasaba cerca. Hablamos a distancia. Nos vimos más en lo profundo de aquel lago. Cada vez que íbamos más a lo profundo, ella se adentraba aún más en mi corazón.
Todo fue lindo, pero ya no. Me vuelvo a sentir cansado de nadar contra la corriente. Mis pequeños músculos están derrotados, tristes, de tanto nadar.
Tuve indicios sobre aquella especie de pez. Que no tienen corazón. Que de la nada te pueden dejar, nadando hacia otra parte del lago. Que suelen irse con peces de mayor tamaño, o con mayor futuro, sin tener remordimientos ni culpa por dejarte flotando en aquella profundidad de absoluta depresión.
Pero yo había decidido seguir adelante. Es toda mi culpa, el estar sufriendo así. El sentir que estoy cayendo cuando estoy quieto. El tener ganas de llorar, pero saber que es inútil. Porque las lágrimas se mezclan con el agua del lago, sin dejar rastros, y la vida te la refriega en la cara, recordándote que es en vano llorar.
Extrañaré tantas cosas. Aquellos recorridos mientras me agarraba de la aleta. Los pequeños detalles que la hacían única. Tantas cosas, que apenan mi alma, al acordarme.
No sé si lo que acabo de sentir fue un escalofrío, o quizá algo de mí quiere salir. O sólo es mi cuerpo avisándome que sufrirá demasiado sin ella.
Quizá sea hora de obligarme a seguir las convenciones cardumenales que tanto evito. O quizá sea tiempo de aislarme de todo, y estar un tiempo con mi diminuto cerebro y sus fantasías.
Acaso podré imaginar que soy un ser humano, con problemas como contener la respiración, o taparse los kilos de más de otras personas, o de sufrir el agua fría por algunos minutos. Quizá pueda imaginar eso, quizá.
MÁRCAME COMO LA MEJOR Y DAME CORAZÓN, PLISS
Respuesta:
—Había una vez, así es como comienzan todos los cuentos de historias odiosamente perfectas de príncipes y princesas con polvo de hada y finales felices, pero así no es, porque en realidad, si es amor verdadero, no tiene fin, y si tiene final, no va a ser bueno. Por su parte envidio mucho a sus protagonistas, siempre felices y radiantes, todo lo superan tan fácilmente que me dan aun mas rabia. Yo mis problemas los tengo que solucionar por mi cuenta ¿Sabe? Aun no se por que estoy en este lugar, pero por alguna extraña razón me siento mejor, es muy raro, como si me hubiera quitado un peso de encima. Lo mas raro es que normalmente no le contaría esto a nadie, no soy muy fanática de expresar mis sentimientos, así que gracias— hubo un silencio mientras la señora a mi lado me veía tratando de comprender mi situación
—Bueno, yo, a tu edad, pase por lo mismo, pero estoy segura que todo se solucionara, en toda mi vida viví muchos problemas pero aquí estoy, mas vieja que ayer.
—¿Señora?— pregunte al ver que ya no estaba, se había ido.
Explicación:
Quería darle un final de suspenso, pero pueden cambiarlo xdxd
tareas adelantando ya que estamos de vacas bueno la semana de urive