Biología, pregunta formulada por adelatrinidadburgosv, hace 3 meses

¿ Cueles son los tejidos que se diferencian en la primeras fases del desarrollo embrianario de las angiopermas...?​

Respuestas a la pregunta

Contestado por pccarosilvaestu
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Las transformaciones progresivas que tienen lugar en el  

ovario para producir un fruto maduro implican una interacción muy compleja de cambios bioquímicos, moleculares y estructurales coordinados temporal y espacialmente  

por las fitohormonas y por el programa de desarrollo.

Contestado por fabianvaquera1
0

Respuesta:

1. El desarrollo de la semilla

1.1. La aparición de la semilla constituyó

un avance evolutivo trascendental

Las transformaciones progresivas que tienen lugar en el

ovario para producir un fruto maduro implican una interacción muy compleja de cambios bioquímicos, moleculares y estructurales coordinados temporal y espacialmente

por las fitohormonas y por el programa de desarrollo. Uno

de los productos de esta compleja «cascada» de procesos

es la semilla, quel constituye el órgano de dispersión y

perpetuación de las angiospermas y representa la culminación de la evolución reproductiva de las plantas. En

el el curso de la evolución, la semilla fue asociándose progresivamente a una serie de órganos florales para constituir finalmente una unidad de dispersión sumamente compleja que denominamos fruto. En términos evolutivos, el

fruto implica una coordinación íntima entre el desarrollo

de sus semillas y el ovario. La semilla se forma mediante

una embriogénesis cigótica que comprende los cambios

morfológicos, estructurales y de expresión génica que tienen lugar desde la formación del cigoto hasta el final del

desarrollo y maduración del embrión. Éste podrá germinar

cuando las condiciones endógenas y medioambientales

sean las apropiadas. De la embriogénesis dependerá el

éxito de la germinación y, por tanto, el desarrollo del

nuevo individuo. Además de ser el período en el que se

forma la semilla, la embriogénesis también constituye la

fase de preparación para la germinación.

1.2. En el desarrollo de la semilla,

a la fase inicial de histodiferenciación

le siguen las de expansión, maduración

y desecación

La formación de la semilla implica la interacción de diversos procesos relacionados con el programa de desarrollo.

La doble fecundación, después de la interacción entre los

gametos masculino (grano de polen) y femenino (saco embrionario), es una característica de las plantas con flores

(Fig. 18-1). Tras la fecundación, y una vez que ha crecido de

forma unidireccional, el cigoto se divide transversalmente de

forma asimétrica, originándose una célula pequeña (célula

apical) que no aumenta de tamaño y que, tras sucesivas

divisiones, dará origen al embrión; y otra célula alargada

(célula basal) que originará el suspensor (véase Fig. 18-2),

una estructura que actúa como un conducto transportador de

nutrientes desde el tejido materno hacia el embrión, sin descartar la síntesis de otros compuestos producidos por el propio suspensor (p. ej., GAs). Al comenzar la desecación de la

semilla el suspensor degenera, y desaparece la conexión con

la planta madre. La función del suspensor la adoptan entonces los tejidos de reserva (endospermo y cotiledones) (Fig.

27.1). Los embriones obtenidos mediante una embriogénesis

somática no poseen suspensor. La célula basal está próxima

al micropilo y la apical, a la chalaza, lo que conferirá una

polaridad incipiente al cigoto. El establecimiento de la

polaridad está muy regulado por el programa de desarrollo

y es de importancia capital en la embriogénesis de las plantas. Sin embargo, en las coníferas, que son las gmnospermas

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