Religión, pregunta formulada por hotweeels, hace 11 meses

¿Cuánto tarda en hacer favores la santa muerte?​

Respuestas a la pregunta

Contestado por BBDXCVEWF
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Respuesta:ercedes Barrera es una colonia marginal y peligrosa de la zona sur de Mérida ―popular y peligrosa comparada con la zona norte, superficial y elitista―. Este barrio está ubicado a espaldas de la Base Aérea Militar Número 8. Karla llegó a vivir aquí hace más de cinco años y lo primero que hizo fue convertir la cocina, la sala y el comedor de la casa que renta, en Familia de Devotos, el santuario a la Santa Muerte con más adeptos ―casi 200― en Yucatán. Compiten en popularidad con santos canonizados por la iglesia católica como la Virgen de Guadalupe, San Judas Tadeo y el Divino Niño Jesús.

"El problema con los devotos de la Santa Muerte es que muchos lo son, pero de closet. Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Chiapas y Yucatán, tienen muchos devotos, pero no se atreven a abrirse y mostrarse", dice Karla mientras inicia la preparación de un menjurje en un balde con agua.

"Secuestradores, prostitutas, policías, son devotos de la Santa, pero no quiere decir que la Niña sea mala como dice la iglesia católica. San Judas Tadeo es reconocido por la iglesia y los narcos lo veneran y ahí no dicen nada, y a él sí lo canonizaron", sentencia la sacerdotisa antes de iniciar una pureada con ayuda de su esposo, Juan Carlos.

Una "pureada" es el nombre que recibe el ritual de purificación en el que se sumergen y lavan en un balde con agua, pétalos de rosa y ruda, las figuras de la Santa Muerte; posteriormnete se secan con una toalla y se cubren con nutridas bocanadas de humo de un puro. "Este ritual que hacemos sirve para arrasar con la brujería, sacar la sal y abrir caminos; también funciona para descargar toda la energía que cargaron las Niñas. Después las revestimos de gala y las asentamos en su altar", dice, Juan Carlos, manteniendo un habano, Cohiba, encendido entre los dedos.

Un sudoroso grupo compuesto por doñas, niños, hombres y un perro, han seguido con atención el ping pong verbal que he mantenido con la pareja durante la liturgia de purificación. Un lánguido ladrido del perro parece la señal de inicio de la misa, porque a partir de éste todos se sientan en una silla y adoptan el gesto impaciente de quienes esperan se abra el telón. Para provocar suspenso se ha colocado debajo de una mesa un sartén con carbones encendidos; el ambiente se torna sofocante. La retahíla de la noche consiste en agradecimientos a la Santa Muerte, cantos y oraciones a la virtud, el hogar y a los devotos presentes; todo enmarcado por fúnebres melodías con órgano operadas desde una laptop conectada a una bocina con llantas.

La ceremonia ha llegado a su fin. Karla apaga el micrófono y enciende un cigarro. Una devota se levanta de su silla y pasa al frente cargando a su sobrino de un año. Juan Carlos se acerca a la mujer e intercambian algunas palabras. Ella coloca una de sus manos sobre los ojos del infante y él prende su Cohiba y descarga cinco nutridas bolas de humo sobre el rostro del bebé. "La limpia que estás presenciando es necesaria porque el niño padece una infección en la garganta. Está debilitado en salud, tiene una secuela de situaciones porque su madre lleva una vida mala, aun así él es un milagro grande", dice Karla, mientras se da un manotazo en un brazo para matar un sancudo. Cuando termina de matarse dos sancudos más una madre de familia y su hijo enfermo de ocho años la abordan; Karla lo examina y posteriormente da su diagnóstico.

"Mire, señora, el niño está cargando aire, independientemente de que esté enfermo está cargando aire ―el niño las ve con mirada suplicante―, pero no se preocupe, eso sucede mucho por aquí porque hay mucho monte. Tiene una bacteria; como cargó aire su cuerpo quedó más propenso a enfermarse de una bacteria. Mañana, en su casa, consiga un huevo fresco de gallina de patio y páseselo al niño por la cabeza. Eso le servirá para descargar el mal aire que agarró; lo hará tres veces al día durante un lapso de nueve días", explica la sibila con autoridad médica. "Voy a acechar quién de los vecinos tiene gallinas", responde la madre del enfermo dando pequeños tragos a una Coca Cola de litro.

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