Cuantas decisiones toma un ser humano aproximadamente en un día?
Respuestas a la pregunta
¿Alguna vez te has preguntado cuántas decisiones tomamos al día? Es prácticamente imposible saber la cifra exacta, porque tomamos millones aunque no seamos conscientes de ello. La gran mayoría se realizan de forma inconsciente, ya que el cerebro toma las decisiones en “piloto automático” en función de todo el “historial” de la persona. ¿Y por qué lo hace? Para evitarnos volvernos locos. ¿Es necesario este piloto automático? Sí, para pequeñas acciones mecánicas (lavarnos los dientes, conducir, escribir…), pero No para todas las decisiones. ¿Alguna vez te has preguntado qué hubiera pasado si en lugar de haber hecho X hubieras hecho Y? ¿Te has arrepentido de no haber tomado la decisión contraria? ¿Has dado gracias por haber tomado la decisión correcta y haberte librado de algo peor?
Cada día tomamos pequeñas decisiones que aparentemente no nos afectan nada: dar un paso justo al frente, o girando un grado a la derecha. En este preciso momento no apreciamos la diferencia, pero si trazamos una línea vertical que continúe en la misma dirección de nuestros pasos, poco a poco las líneas se irán separando. Y en un tiempo, la línea del paso al frente estará a kilómetros de distancia de la del grado a la derecha. Por tanto, una pequeña decisión puede determinar que llegues a Londres o a Ámsterdam. ¿Pero qué pasa si en lugar de girar un grado, doy un giro de 90º? Que en lugar de llegar a Londres, llegaría a Túnez. Y eso sí que es una diferencia abismal. ¿Es mejor o peor un destino que otro? Todo depende de lo que tú quieres y del estilo de vida que te hace feliz.
Las decisiones que tomamos son la causa directa de nuestra felicidad o infelicidad. Pero la mayor causante de infelicidad es la ausencia de decisiones en nuestra vida. No hay nada que genere mayor sufrimiento que la duda, porque la duda nos mantiene estancados. Si nos estancamos, no avanzamos. Si no avanzamos, dejamos de crecer. Y si dejamos de crecer, comenzamos a morir. Es por ello que, si no quieres sufrir, es mejor que comiences a tomar decisiones.