¿Cuándo y en qué batallas queda oficialmente derrotado el ejército español?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
en una batalla que fue en Tamaulipas
Respuesta:
bueno yo digo que en Cuba
Explicación:
porque Confirma este punto de vista que el nuevo ministro de la Guerra, en el gabinete de Sagasta, el general Miguel Correa, valorara que resultado del conflicto el espíritu público había llegado a un grado de abatimiento y pesimismo inconcebibles. Un solo dato evidenciaría el fracaso de Weyler. Cuando el general Ramón Blanco, su sucesor, tomara el mando e hiciese un saldo de la disponibilidad de hombres con que contaba para continuar la guerra, comprobaría horrorizado que de los 192 000 efectivos que se habían enviado a la isla desde el comienzo de la guerra[7], a los que se sumaban los 13 000 de guarnición, solo disponía de 89 000 aptos para combatir[8]. Por algo, a mediados de año, los generales Martínez Campos, Blanco, Vidal y Domínguez, habían aconsejado el relevo de Weyler. Pero ningún reemplazo podría ya cambiar el rumbo de las cosas: como Máximo Gómez afirmaría, la derrota del marqués de Tenerife podía considerarse el debelamiento de las armas españolas mismas.
Si en realidad Weyler hubiese sido un jefe militar en triunfo no hubiera hecho falta el relevo, porque ¿quién puede afirmar que se reemplaza a un general victorioso ni que esto resulta necesario? Lo llevaría a cabo Sagasta, pero no hay que dudar de que también lo hubiese hecho Cánovas del Castillo.
Para mayor comprobación de la derrota española, una evalución en relación con la situación bélica en Cuba, expuesta por Russell A. Alger, secretario de Guerra de Estados Unidos, no mucho después, señalaría que la moral de las tropas españolas en Cuba era pobre, su entrenamiento peor, estaban mal dirigidas y resultaban incapaces de resistir mucho tiempo más a los insurgentes[9].
Resulta altamente errónea la afirmación de algunos historiadores españoles de que Weyler había logrado quebrantar el dispositivo militar mambí y de algún otro que habla de un empate militar. Confunden las cosas. Estratégicamente, los insurrectos se habían fortalecido y el ejército español había marchado al desastre. La mayor parte de las fuerzas hispanas yacía en hospitales o en sepulturas. Como se comprueba, hasta los mandos españoles comprendían la situación desgraciada en que se hallaban, porque el mismo Blanco le señalaría al Ministro de la Guerra
"... las dificultades de todo género que ofrece una campaña como la que sostenemos contra un enemigo que cuenta con la protección del país"[10].
Estaban tan quebrantadas sus fuerzas, tan deshecha la moral de combate, a lo cual se unía la calamitosa situación financiera y social de España, que no mucho tiempo después hubiera sido irremediable llegar a la búsqueda de paz y al abandono de Cuba. Cualquier especialista militar, no obnubilado por los esquemas convencionales, es capaz de hacer este dictamen. De algo no puede caber dudas; Cuba, meses más meses menos, tocaba ya la independencia cuando se produjo la intervención militar de Estados Unidos.
espero y te sirva