“Cuando visito el lugar donde nací tan a menudo como lo hago, los cambios en la geografía del
lugar me impactan con una fuerza que no puedo evitar. Y cuando me refiero a geografía no incluyo
solamente el paisaje y la topografía, sino también la geografía de la gente. Donde alguna vez hubo
árboles y bosques, ahora vemos desolación. Ya no puedo caminar más largas distancias, pero hasta
hace unos pocos años, recorría las millas de tierra que conocí en mi niñez y juventud, y me
entristecía la pobreza de la gente -pobreza que se hace evidente en la geografía del lugar. Es la
geografía de mujeres y gente joven, que caminan millas y millas para encontrar algún trozo de leña
para encender una hoguera, cocinar el maíz y calentar su hogar.
Los árboles y bosques fueron destruidos precisamente porque nuestra gente había dependido tanto
de ellos como fuentes de energía. Como consecuencia, actualmente la gente padece frío y requiere
energía para cocinar, realizar la limpieza y para satisfacer sus necesidades básicas porque han
destruido los árboles y bosques. Caminé y vi en las tierras de mi juventud a mujeres caminando,
pero caminando en la pobreza e indigencia. Los ríos que en mi juventud eran lugares de belleza e
inspiración ahora estaban sucios y llenos de residuos. He visto a los descendientes de las madres de
nuestra gente inclinarse para recoger con sus propias manos un poco del agua menos sucia y
peligrosa en esas corrientes y pozas.
Frecuentemente les pregunto: ¿De qué manera pueden conseguir agua suficientemente limpia para
utilizarla en sus hogares? Y me responden que la hervirían, si tuvieran leña u otra fuente de energía
para hacerlo.
El 9 de mayo estuve en Nueva York y me reuní con uno de los empresarios más poderosos del
mundo, que nos ha brindado su apoyo en el pasado construyendo una escuela y una clínica. (..) En
esta ocasión le dije, "Quisiera que usted construya cuarenta y cinco escuelas en zonas rurales de
Sudáfrica, porque existen áreas extensas en el campo donde no hay escuelas ni clínicas". Él dijo,
"No, prefiero concentrarme en la salud. Propongo que construyamos clínicas en su país". Y
discutimos sobre eso. Dije, "No, las clínicas están bien. Pero en el campo la situación y la
percepción de la gente es que los sangomas son más confiables que las clínicas, las clínicas
modernas. Por ello, queremos que un grupo educado de personas realice una campaña de educación
en el campo y digan, Estas clínicas son mucho mejores que los sangomas. Por eso es que quiero que
usted construya cuarenta y cinco escuelas". No pudimos ponernos de acuerdo. Replicó, "No, yo
puedo dar el apoyo, pero solamente en el área de salud". "Bueno", respondí yo, "déjeme regresar y
consultarlo".
Regresé a mi casa y lo consulté con el Ministro de Educación, Profesor Kader Asmal. Él difirió de
los dos, y argüyó, "No, en el campo existen muchas escuelas que carecen de agua y drenaje, y los
niños tienen que ir al pastizal a defecar y a orinar. No tienen nada para limpiarse, de manera que
usan pasto y sus dedos quedan sucios. Con las manos sucias, sin lavar porque no hay agua, toman
su comida. Pan, sandwiches, masa de maíz, carne, frutas, y de esa manera el cólera se disemina". Y
el Profesor Asmal agregó, "Lo que necesitamos es que se instale agua en las escuelas. Y eso va a
costar muchísimo dinero".
Bueno, pues escribí al empresario y le dije: esto es lo que la persona que sabe del área piensa que
debemos hacer. Nada de escuelas, ni escuelas nuevas, ni más clínicas, sino agua para las escuelas
que ya existen. Esta medida contribuirá enormemente a prevenir el cólera.
He observado que estas condiciones se repiten a través de nuestro país, nuestro continente y en el
mundo en desarrollo.
Aceptamos el honor con que nos honran hoy, pero no como un honor en el sentido usual de la
palabra. Lo aceptamos como un reconocimiento de nuestra falta común de honor, como género
humano, por la manera en la que estamos destruyendo nuestro planeta madre y con ello las
oportunidades de que nuestros hijos tengan un futuro sustentable en este planeta. Pero también, el
premio que nos otorgan representa una fuente de aliento para continuar luchando por un mundo en
el que podamos vivir dignamente, no sólo entre nosotros como seres humanos, sino también como
seres humanos en relación con nuestro ambiente natural.”
Mandela, Nelson (2002) Discurso relativo al premio Planeta y Humanidad.
(extracto recuperado)
¿Qué reflexiones acerca de los Derechos Humanos, los Estados Democráticos y los problemas
medioambientales puedes hacer a partir del discurso de Mandela?
Construye una respuesta tipo ensayo.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Reflexiones sobre derechos humanos. La doctrina de los derechos humanos nos enseña que todos los derechos de las personas son indivisibles, es decir, que integran una unidad total cuya razón reside en la dignidad del hombre. ... – y sin orden de importancia, el hombre sufrirá en su dignidad.
Reflexion de los estados democraticos:La democracia es considerada como una forma de gobierno justa y conveniente para vivir en armonía. En una democracia ideal la participación de la ciudadanía es el factor que materializa los cambios, por lo que es necesario que entre gobernantes y ciudadanos establezcan un diálogo para alcanzar objetivos comunes.
Reflexiones sobre el medio ambiente:
No tendremos una sociedad de la que estar orgullosos si destruimos el medio ambiente.
Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía plantaría un árbol. ...
El mundo no va a sobrevivir mucho más tiempo como cautivo de la humanidad.
Explicación:MEJOR RESPUESTA XFA