Cuando una persona engorda demasiado sin causa aparente
Respuestas a la pregunta
1. Te dejaste de mover como antes. Tal vez ahora tienes un nuevo trabajo, cambiaste tus horarios y ahora duermes más, ahora pasas más tiempo sentada. Si por alguna razón dejaste de moverte como antes lo hacías a lo mejor eso está ayudando a que engordes. Por ejemplo si antes caminabas y ahora vas en coche, si antes subías escaleras y ahora ya no tienes que hacerlo, si antes trabajabas en la limpieza del hogar y ahora ya no lo haces, esos hábitos que has dejado que hacían que antes te movieras más ahora hacen que tu cuerpo almacene más grasa y que hayas engordado. Identifica si este es tu caso y si crees que te tienes que moverte más. No tienes que ir al gym forzosamente tan sólo tienes que darle a tu cuerpo la cantidad de movimiento que antes tenía.
2. Comes en otro lugar. Si cambiaste el lugar donde ahora comes aunque creas que estás comiendo lo mismo tal vez la forma en la que está preparada o los ingredientes que lleva son diferentes. Algunas cosas que te pueden hacer engordar es la cantidad de sal que se usa para comer, la calidad y marca de aceite con la que se prepara la comida. Este es un caso muy común en personas que empiezan un nuevo trabajo y dejan de comer en su casa. Algunas sugerencias son: trata de llevar tu propia comida que tú prepares desde tu casa a tu lugar de trabajo. Si tienes que comer fuera trata de comer platillos que no lleven grasa y reduce la cantidad de harinas y carbohidratos como pan y tortillas.
3. Adoptaste un nuevo alimento. A veces empezamos a comer ciertos productos que parecen inofensivos pero nos hacen engordar muchísimo. Una amiga me contó que había engordado y en apariencia no había cambiado ninguno de sus hábitos alimenticios, cuando le pedí que analizará qué estaba haciendo ahora que antes no hacía descubrió que tenía unos cuantos meses que había empezado a comer barras de granola. Mariana, otra amiga que subió de peso sin explicación aparente descubrió que llevaba varios meses tomando una bebida azucarada. Lo había hecho para incrementar la cantidad de agua que tomaba pero su organismo reaccionó con sobrepeso ante la cantidad de azúcar que ahora estaba consumiendo.
4. Cambiaste tus horarios de alimentación. A veces no nos damos cuenta que pequeños cambios que parecen inofensivos nos pueden hacer engordar muchísimo. Por ejemplo: cambiar los horarios de comida. Es el caso de Susana que por cuestiones de trabajo empezó a cenar porciones grandes y eso la hizo engordar.
5. Cambiaste tu dieta. A veces hacemos cambios que parecen pequeños pero que determinan que subamos o bajemos de peso. Por ejemplo Ana dejó de tomar agua porque por cuestiones de trabajo no podía estar yendo al baño constantemente. Sandra cambió su desayuno por cuestiones de tiempo, ahora ya no tiene tiempo para desayunar un sándwich y come un pan dulce por la mañana. Liliana ya no desayuna y no come nada hasta las dos de la tarde. Héctor ahora come mucho más harinas que antes, come en la misma cantidad pero come menos verduras y menos carne.