¿Cuáles vestigios utilizan los arqueólogos para explicar la forma de vida de nuestros antepasados? Ayuda PLIS
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Como se desarrollará a lo largo del artículo, los documentos escritos y restos materiales estudiados por los arqueólogos a partir del siglo XIX nos permiten aseverar que desde las primeras civilizaciones del Próximo Oriente, como Babilonia, Persia o Egipto, el ser humano ha sentido una curiosidad innata por conocer su pasado. Esto le ha llevado a sumergirse en una continua búsqueda de las ideas, los datos y los objetos que caracterizaron la existencia de sus antepasados.
Para lograr estos objetivos, que no son sino los de la Historia, a lo largo del tiempo se han consolidado diversos métodos y técnicas mediante los cuales se recuperan los materiales que permiten al historiador reconstruir el pasado. En el caso específico de los restos materiales, es la arqueología la que desempeña esta función. Así pues, esta ciencia se ha convertido en compañera de viaje del historiador/antropólogo y a lo largo de los diferentes periodos han aparecido numerosas escuelas que se han enfrentado a las problemáticas inherentes a la labor arqueológica de maneras muy diversas. No obstante, a pesar de que nadie dude de su utilidad como instrumento metodológico, o de ciencia aplicada a un período histórico, no existe un consenso internacional sobre el significado preciso del término, ni mucho menos sobre su metodología de trabajo. Como asevera Quirós (2013) “La arqueología está sometida, desde hace algunos años, a profundas tensiones conceptuales, éticas, académicas, profesiones y políticas, como resultado de la crisis y el colapso de una determinada forma de concebir esta disciplina” (p. 13).
Debido al interés del ser humano por explorar su pasado y los objetos que pertenecieron al mismo, la praxis arqueológica antecede al propio desarrollo de la teoría de la disciplina. Este interés se encuentra ligado en su origen a la consideración del ejercicio “arqueológico” como un mero acto relacionado con el comercio, como una actividad impulsada por fines exclusivamente crematísticos o por el interés personal de acumulación y preservación de objetos pertenecientes a culturas anteriores, ya sea como demostración de estatus social o como testigo de un momento histórico que pueda añadir gloria a la estirpe de su poseedor (Renfrew, 1998, p. 20).
A este respecto encontramos numerosos ejemplos de la recuperación de materiales de civilizaciones antiguas como práctica común de antaño. Como recuerda Vera (2011) “Los primeros documentos donde consta la recuperación y clasificación de restos arqueológicos datan de la época renacentista. Sin embargo, las fuentes insinúan que desde tiempos muchos más remotos ya existía la costumbre de guardar y valorar objetos materiales” (pp. 183-189). A pesar de este interés temprano, no es sino en la primera mitad del siglo XIX cuando la arqueología comienza a tomar cariz científico, a partir de la asimilación de los métodos de otras disciplinas como son la geología o la biología. Aún así, el verdadero interés y auge de la tarea arqueológica se suscita a partir de la Segunda Guerra Mundial.
Siguiendo con lo anterior, desde el comienzo del siglo XIX hasta 1950 la arqueología dispone ya de las características propias de una disciplina científica. A pesar de ello, no existe un debate propiamente dicho en torno a la necesidad de construir un corpus teórico propio. Como hemos expuesto con anterioridad, si bien la arqueología hasta 1950 contaba ya de un rigor científico considerable, es necesario señalar que en cuanto a teoría se refiere y sobre todo a interpretación, los investigadores elaboraban las lecturas de contextos u objetos arqueológicos apoyados en teorías externas, provenientes de otras ciencias, como puede ser la antropología. Esto ocurre en la mayoría de los casos de manera difusa e implícita, debido a la formación primaria de los investigadores de entonces1. A partir de 1950 se pone de manifiesto la necesidad de elaborar un corpus teórico independiente e idiosincrático de la arqueología, de modo que comenzaron a configurarse un buen número de tendencias teóricas al amparo de escuelas y paradigmas que han ido transformándose hasta el día de hoy.
Explicación:
Respuesta:
con muestras o fósiles
Explicación:
puede haber muchas huesos,pelo,objetos,