Historia, pregunta formulada por Usuario anónimo, hace 11 meses

cuales son los valores de Micaela Bastias?

Respuestas a la pregunta

Contestado por Kazar
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Respuesta:

Explicación:

Micaela Bastidas Puyucahua, heroína de la emancipación y, como describe Carlos Daniel Várcarcel, una mujer con los caracteres de un personaje de valor innegable al cumplir un rol protagónico en la rebelión anticolonial de 1780.

Contestado por rodrigojuradoq
6

Respuesta:

Micaela Bastidas Puyucahua (Tamburco, 23 de junio de 1744-Cuzco, 18 de mayo de 1781) fue una prócer de la independencia hispanoamericana, jugó un importante papel en la historia del Perú. Esposa y consejera de Túpac Amaru II, su desempeño tuvo vital importancia en la rebelión de Tinta. Su ejemplo de coraje y determinación al defender sus ideales de justicia y libertad hasta su trágica y despiadada muerte en mano de los españoles, la convirtieron en leyenda y símbolo de la lucha americana contra la opresión y la explotación colonial.1​

Índice

1 Biografía

1.1 La rebelión

1.2 Ejecución

2 Véase también

3 Referencias

4 Bibliografía

5 Enlaces externos

Biografía

Hija de Manuel Bastidas, descendiente de africanos, y de Josefa Puyucahua (o Puyucawa), indígena, la joven Micaela era de esbelta belleza y tez bronceada, con el cabello ondulado. Por sus raíces tanto africanas como amerindias era conocida como zamba, nombre que se daba en época colonial a las personas producto del mestizaje entre africanos e indígenas.

El 25 de mayo de 1760, poco antes de cumplir 16 años, se casó con el joven mestizo descendiente de la nobleza incaica José Gabriel Condorcanqui, en la iglesia de Nuestra Señora de la Purificación, en el pueblo de Surimana, lugar del curacazgo de su marido. Condorcanqui era descendiente directo por línea materna del último inca Túpac Amaru I. En 1764 fue nombrado cacique de los territorios que le correspondían por herencia: Pampamarca, Tungasuca y Surimana, y fijaron su residencia en Tinta, localidad perteneciente a Cusco.

Tuvieron tres hijos varones, Hipólito (1761), Mariano (1762) y Fernando (1768).

José Gabriel había recibido una educación privilegiada en colegios jesuitas de Lima y Cusco. Dominaba el castellano, el quechua y el latín, era un ávido lector y su interés por diversos temas le dio un nivel cultural remarcable. Poseedor de grandes extensiones de tierras y riqueza, cumplía múltiples roles en la administración de sus bienes. Como curaca debía mediar entre el corregidor y los indígenas a su cargo. Como próspero hacendado se vio afectado como el resto de la población debido a las alzas fiscales y la creación de aduanas internas. Como arriero recorría su territorio, viviendo de cerca las historias y desgracias de los trabajadores y sus duras condiciones. Como mestizo sentía que toda la injusticia con su gente lo tocaba en carne propia. Realizó reclamos y solicitudes oficiales a las autoridades coloniales de Tinta, Cusco y Lima, para que los indígenas fueran liberados del trabajo obligatorio en las minas y exonerados del cumplimiento de la mita, obteniendo siempre negativas o indiferencia y comenzó a desarrollar una ideología libertaria basada en la defensa de indígenas, esclavos, criollos y mestizos, orientada a la independencia de su territorio y comercio de las decisiones de la corona de España.

Micaela, en cambio, recibió en la infancia la educación elemental en letras y artes que era usual en esa época para las mujeres. Su marido fue su maestro ideológico, ella se concienció rápidamente de la compleja situación de su gente y se involucró con la causa. Lo apoyaba firmemente, defendiendo y divulgando los postulados que harían resurgir la conciencia del derecho de los labriegos a liberar su tierra y su existencia de la mano opresora española.

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