¿Cuales son los roles como ciudadanos en tales espacios en tiempos de pandemia?
Respuestas a la pregunta
El sistema de salud pública como lo conocemos en nuestro país no es una realidad en muchos otros, donde gran cantidad de las prestaciones dependen exclusivamente del sistema médico privado. Ello se traduce en servicios que para muchos ciudadanos, por su costo, se vuelven inalcanzables. Allí residen algunas de las principales diferencias hoy cristalizadas en la respuesta frente a una pandemia que despertó la alarma global. Barberis destaca que en los casos italiano, francés y estadounidense, salvando sus particularidades, queda demostrado en situaciones como la actual que “haber conferido determinadas obligaciones a organismos privados, los deja absolutamente a la intemperie”. A esos casos se les contrapone el del Estado chino: “Ha demostrado una capacidad de intervenir por completo: aisló a más de 6 millones de personas, construyó un sistema alternativo de salud pública en menos de dos semanas y produjo a nivel biopolítico una lógica de control muy difícil de practicar en otros lugares”, expresa.
Las Américas y el mundo se enfrentan actualmente a una emergencia sanitaria global sin
precedentes ocasionada por la pandemia del virus que causa el COVID-19, ante la cual las medidas
adoptadas por los Estados en la atención y contención del virus deben tener como centro el pleno
respeto de los derechos humanos.
La pandemia del COVID-19 puede afectar gravemente la plena vigencia de los derechos humanos de
la población en virtud de los serios riesgos para la vida, salud e integridad personal que supone el
COVID-19; así como sus impactos de inmediato, mediano y largo plazo sobre las sociedades en
general, y sobre las personas y grupos en situación de especial vulnerabilidad.
Las Américas es la región más desigual del planeta, caracterizada por profundas brechas sociales en
que la pobreza y la pobreza extrema constituyen un problema transversal a todos los Estados de la
región; así como por la falta o precariedad en el acceso al agua potable y al saneamiento; la
inseguridad alimentaria, las situaciones de contaminación ambiental y la falta de viviendas o de
hábitat adecuado. A lo que se suman altas tasas de informalidad laboral y de trabajo e ingresos
precarios que afectan a un gran número de personas en la región y que hacen aún más preocupante
el impacto socioeconómico del COVID-19. Todo esto dificulta o impide a millones de personas
tomar medidas básicas de prevención contra la enfermedad, en particular cuando afecta a grupos
en situación de especial vulnerabilidad.
ESPERO TE AYUDE MUCHO.. SUERTE CON TU TAREA