¿Cuáles son los puntos principales del segundo gobierno de Perón?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:1. Segundo plan quinquenal (1952-1957) Revalorización de la producción del agro; apoyo a la promoción de la industria pesada; reducción de importaciones; merma de subsidios públicos; paralización, por dos años, de los aumentos salariales; ajustes generales de precios. Para ello fue necesario iniciar la búsqueda de capitales mixtos.
2. Durante la década peronista, los industriales se opusieron casi unánimemente al gobierno. Pero algunos sectores, como el metalúrgico, se unieron en franca alianza con Perón.
A pesar de que las ganancias netas entre 1946 y 1948 habían disminuido, los industriales podían obtener créditos baratos de la banca estatal y con ellos subsidiar el incremento salarial.
Las ganancias entre 1948 y 1955 fueron cuantiosas porque sacaron provecho de las políticas proteccionistas y de la expansión del consumo del mercado interno.
Sin embargo, las críticas continuaron (venían desde el gobierno de Farrel). Cuando en 1946 el grupo antiperonista ganó las elecciones de la UIA, Perón intervino y le quitó la personería gremial.
Dentro del sector de los ferrocarriles, los antiperonistas se quejaban de la importación de autopartes para las industrias electrodomésticas.
Otra discusión giraba en torno de las funciones gremiales de los trabajadores. Según los industriales, obstruían la organización productiva y rayaban en la indisciplina. Además, los fallos de los tribunales del trabajo beneficiaban siempre a los obreros. La CGE asumió la misión de compensar los altos salarios con mayor productividad pero siguió quejándose por los fallos. También atacó las políticas de viviendas peronistas y el congelamiento de los alquileres, pues esto perjudicaba a las empresas privadas de la construcción.
3. La crisis de 1949 generó la tensión en la relación entre Perón y las Fuerzas Armadas porque se redujo el presupuesto militar y se retrasó, por faltas de fondos, la promoción industrial pesada. Además, la fuerte inserción política de Evita y la reforma constitucional que transformó la ‘doctrina peronista’ en ‘doctrina nacional’ no fueron bien tomados por los cuadros castrenses. Tampoco lo fue la ‘Ley de Desacato’ para acallar las críticas de la oposición tanto civil como militar. A pesar de la política de premios y castigos que Perón ideó para las tres armas, hacia 1951 comenzaron a surgir conspiraciones contra su gobierno.
Después de la muerte de Evita, las relaciones entre Perón y las Fuerzas se estabilizaron hasta 1954, cuando el gobierno arremetió contra la Iglesia.
4. Las relaciones con las organizaciones obreras tampoco estuvieron exentas de conflictos durante la década peronista.
Perón creía que el Estado debía mediar entre el capital y el trabajo, esto es, entre la patronal y los obreros.
Entre 1943 y 1946, los sindicatos cosecharon mejoras sociales decretadas por el gobierno como el aumento salarial, las vacaciones pagas y las licencias por enfermedad.
A partir de 1948, a pesar del incremento de la afiliación sindical, la clase obrera había perdido su independencia y atendía sólo las convocatorias del líder. Los contratos, los despidos y los ascensos fueron regulados por el Estado.
Producida la crisis del 49, los sindicatos más combativos iniciaron una huelga, y se preocuparon más por repartir alimentos a precios bajos que a defender a sus afiliados.
5. Las mejoras salariales permitieron que las clases más bajas disfrutaran, también, de la costa Atlántica. Se organizaron los viajes de egresados a Bariloche. El deporte se incrementó; gracias a la creación de la AFA, los campeonatos de fútbol tuvieron una mejor organización. Se comenzó a competir en el automovilismo.
6. Justicia Social: comprende el conjunto de decisiones, normas y principios considerados razonables de acuerdo al tipo de organización de la sociedad en general, o en su caso, de acuerdo a un colectivo social determinado. Comprende por tanto el tipo de objetivos colectivos que deben ser perseguidos, defendidos y sostenidos y el tipo de relaciones sociales consideradas admisibles o deseables, de tal manera que describan un estándar de justicia legítimo. Un estándar de justicia sería aquello que se considera más razonable para una situación dada. Razonable significa que determinada acción es defendible ante los demás con independencia de sus intereses u opiniones personales, esto es, desde una perspectiva imparcial; así, para justificar algo hay que dar razones convincentes que los demás puedan compartir y comprender.