¿Cuáles son los problemas económicos del liberalismo y socialismo?
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Respuesta:
La oposición teológica entre liberalismo y socialismo está presentada en términos a menudo imprecisos, a veces caricaturescos.
El liberalismo sería así una doctrina del pasado, de un siglo XIX bien lejano, mientras que el socialismo gozaría de las promesas del porvenir. Generalmente, el liberalismo está considerado el régimen del dejar hacer, dejar pasar, del abandono a las fuerzas del mercado, del atraso social y de las desigualdades insoportables. El socialismo, en cambio, sería el régimen del voluntarismo económico, del control de las fuerzas del mercado por el Estado planificador, de los adelantos sociales rápidos, de la reducción de las desigualdades de los ingresos y patrimonios.
La simplificación del liberalismo y del socialismo a semejantes esquemas, que tienen poco en cuenta la evolución y las enseñanzas de los hechos, no esclarece el estudio del problema central de la elección de la sociedad, que incluye y supera la organización de la economía.
El liberalismo evoca la libertad, la democracia, la responsabilidad y la tolerancia. Esta corriente es, antes que nada, un pensamiento intelectual, social y político, y tiene además un sentido en la economía. Es necesario aclararlo. Si se entiende por liberalismo económico una sociedad que se apoya en la economía de mercado y en las instituciones monetarias que encuadran la acción de los empresarios, que acepta la competencia, fuente de beneficios y de progreso, entonces una gran mayoría es liberal. Es la que se opone al socialismo colectivista, centralizador y planificador. Los que entienden por liberalismo económico la doctrina del " laisser-faire, laisser-passer ", no son liberales.
En materia económica actual, el liberal se define como aquel que brinda su preferencia a una regulación antes que a una reglamentación de la economía.
Es sabido que los funcionarios no son los indicados para tomar decisiones sustituyéndose a los empresarios, indicándoles lo que deben hacer en materia de producción y de inversiones, por ejemplo. Su concepción intelectual no acepta los bonos exorbitantes, los paraísos fiscales, los efectos palanca extravagantes, la obsesión del beneficio a corto plazo ni el desorden monetario.
Sería ideal que la filosofía de un hombre de Estado fuera liberal humanista y la gestión, realista, regida por la lógica mercantil, el derecho a la salud y al empleo en blanco puestos en igualdad con el derecho del comercio sin cierre de fronteras. China y Vietnam son países que practican la economía de mercado y brindan todas las posibilidades a las empresas. En los regímenes socialdemócratas, como aquellos de los países escandinavos en donde el Estado tiene un lugar importante, los principios de una economía de mercado y la protección a los trabajadores de ingresos bajos jamás se abandonaron.
Pocos pueden pensar en ignorar la intervención del Estado, pues existe en todas las democracias modernas, inclusive en los Estados Unidos. Se trata de determinar el nivel y la forma de intervención.
Para Edmund Burke, uno de los problemas más complejos del legislador es determinar cuáles son los dominios en los que el Estado debiera intervenir, estableciendo directivas emanadas de la razón pública, y cuáles deberían ser abandonados a la iniciativa privada.
Quizá la tarea esencial de los economistas sea la de especificar otra vez "las acciones" del Estado. La de los políticos, la de establecer, paralelamente, las formas de gobierno democrático capaces de implementar "las cosas por hacer".
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El liberalismo es una filosofía política y moral que defiende la libertad individual, la igualdad ante la ley, y a veces una reducción del poder del Estado. Representa una corriente muy heterogénea y hay muchas formas y tipos de liberalismo, pero en general defiende los derechos individuales (fundamentalmente la libertad de expresión y la libertad de prensa), el libre mercado, el secularismo, la igualdad de género, igualdad racial, la propiedad privada, la democracia, el Estado de derecho, el capitalismo, la sociedad abierta y el internacionalismo.
Figuras alegóricas del Monumento a la Constitución de 1812 en Cádiz.
El Agreement of the People (1647) fue un manifiesto por un cambio político,propuesto por los Niveladores durante la Revolución inglesa. Se llamó a la libertad de culto, celebración frecuente del parlamento y la igualdad ante la ley.
John Locke fue el primero en desarrollar una filosofía liberal, creó el derecho a la propiedad privada y el consentimiento de los gobernados.
Estatua de la Libertad, Isla de la Libertad, NY, Estados Unidos de América. Este monumento del escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi, además de ser un monumento importante en la ciudad de Nueva York, se convirtió en un símbolo en Estados Unidos y representa, en un plano más general, la libertad y emancipación con respecto a la opresión.
El liberalismo contemporáneo surgió en la Ilustración y se popularizó rápidamente entre muchos filósofos y economistas europeos y más tarde en la sociedad en general, especialmente entre la burguesía. Los liberales buscaban eliminar la monarquía absoluta, los títulos nobiliarios, la confesionalidad del Estado y el derecho divino de los reyes y fundar un nuevo sistema político basado en la democracia representativa y el Estado de derecho. Los liberales acabaron con las políticas mercantilistas y las barreras al comercio, promoviendo el comercio libre y la libertad de mercado. Los líderes de la Revolución francesa y la Revolución estadounidense se sirvieron de la filosofía liberal para defender la rebelión contra la monarquía absoluta. En el siglo XX, el fascismo y el comunismo fueron ideologías populares que se oponían abiertamente al liberalismo. Las democracias liberales, que se hallaron en el bando vencedor en ambas guerras mundiales, se expandieron por el mundo durante el siglo XX.
Los liberales se dividen en dos grandes ramas: los moderados y los progresistas. Los moderados tienden al elitismo y al conservadurismo mientras que los progresistas defienden ciertos aspectos del Estado del bienestar. En Europa, los moderados son la rama dominante.[1]