¿Cuáles son los problemas de alimentación, además de la desnutrición donde se presentan trastornos de la conducta alimentaria? *
Anorexia y obesidad
Bulimia y Diabetes
Anorexia y Bulimia
Respuestas a la pregunta
Respuesta
Anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa, a menudo simplemente denominada «anorexia», es un trastorno de la alimentación potencialmente mortal que se caracteriza por un peso corporal anormalmente bajo, un gran temor a aumentar de peso y una percepción distorsionada del peso o de la figura corporal. Las personas con anorexia hacen todo lo posible por controlar el peso y la figura corporal, lo que frecuentemente afecta de manera importante la salud y las actividades cotidianas.
Cuando tienes anorexia, limitas en exceso la ingesta de calorías o usas otros métodos para bajar de peso; por ejemplo, te ejercitas de forma desmesurada, tomas laxantes o suplementos dietéticos, o vomitas después de comer. Los esfuerzos para bajar de peso, incluso cuando el peso corporal es bajo, pueden causar problemas de salud graves al punto de morirse de hambre.
Bulimia nerviosa
La bulimia nerviosa, llamada frecuentemente «bulimia», es un trastorno de la alimentación grave y potencialmente mortal. Cuando padeces bulimia, tienes episodios de atracones y purgas que incluyen la sensación de pérdida de control sobre tu alimentación. Muchas personas con bulimia también restringen lo que comen durante el día, lo que suele causar más episodios de atracones y purgas.
Durante estos episodios, es normal que consumas una gran cantidad de alimentos en un tiempo corto, para luego intentar deshacerte de las calorías extra de una manera poco saludable. Debido a la culpa, la vergüenza y el temor intenso a aumentar de peso por comer en exceso, puedes provocarte vómitos, puedes ejercitarte desmesuradamente o puedes usar otros métodos, como los laxantes, para deshacerte de las calorías.
Si tienes bulimia, probablemente te preocupe tu peso y tu figura corporal, y tal vez te juzgues con severidad y dureza por los defectos que son producto de tu autopercepción. Puedes tener un peso normal o, incluso, un poco de sobrepeso.
Trastorno alimentario compulsivo
Cuando tienes el trastorno alimentario compulsivo, habitualmente comes en exceso (atracón) y tienes la sensación de pérdida de control sobre lo que comes. Puedes comer con rapidez o consumir más alimentos de los que tienes pensado, incluso cuando no tienes apetito, y seguir comiendo mucho tiempo después de sentirte demasiado lleno.
Después de un atracón, puedes sentir culpa, enojo o vergüenza por la conducta y por la cantidad de alimentos consumidos. Sin embargo, no intentas compensar esta conducta con el ejercicio desmesurado o la purga, tal como lo haría una persona bulímica o anoréxica. La vergüenza puede provocar que comas solo para ocultar tus atracones.
Por lo general, se produce una nueva ronda de atracones por lo menos una vez a la semana. Puedes tener un peso normal, sobrepeso u obesidad.
Trastorno de rumiación
El trastorno puede derivar en desnutrición, si los alimentos se escupen o si la persona come mucho menos para evitar la conducta. El trastorno de rumiación puede ser más frecuente en los niños pequeños o en las personas que tienen una discapacidad intelectual.
Trastorno por evitación o restricción de la ingesta de alimentos
Un trastorno de la alimentación puede ser algo difícil de controlar o de superar solo. Los trastornos de la alimentación prácticamente pueden tomar el control de tu vida. Si tienes alguno de estos problemas, o crees tener un trastorno de la alimentación, busca ayuda médica.
Presta atención a los hábitos de alimentación y a las creencias que pueden indicar conductas poco saludables, así como a la presión de grupo que puede desencadenar los trastornos de la alimentación. Las señales de alerta que pueden indicar la presencia de un trastorno de la alimentación incluyen las siguientes:
Omitir comidas o poner excusas para no comer
Adoptar una dieta vegetariana demasiado restrictiva
Centrarse excesivamente en la alimentación saludable
Prepararse los alimentos, en lugar de comer lo que la familia come
Alejarse de las actividades sociales normales
Preocuparse o quejarse continuamente por estar gordo y hablar sobre cómo bajar de peso
Mirarse con frecuencia al espejo para ver los defectos que se perciben
Comer reiteradamente grandes cantidades de dulces o de alimentos con alto contenido de grasas
Tomar suplementos dietéticos, laxantes o productos herbarios para bajar de peso
Ejercitarse en exceso
Tener callosidades en los nudillos por provocarse los vómitos
Tener problemas de pérdida del esmalte dental, un posible signo de vómitos reiterados
Ir al baño durante las comidas
Durante una comida o refrigerio, comer una cantidad mucho mayor de lo que se considera normal
Expresar depresión, enojo, vergüenza o culpa respecto de los hábitos de alimentación
Comer a escondidas