¿cuales son los materiales que componen el suelo?
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Como ya sabemos la parte sólida de los suelos está formada por componentes orgánicos, procedentes de la transformación de los restos animales y vegetales, y componentes inorgánicos, que tienen su origen en los minerales que forman los materiales de partida, generalmente rocas, a partir del cual se ha formado el suelo. En función del grado de alteración, estos minerales, cuando están en el suelo, pueden ser heredados, transformados o neoformados. Empezaremos por aclarar estos términos, y para ello describiremos los distintos tipos de rocas que forman la corteza terrestre.
Tres son los grandes grupos en que las podemos dividir: ígneas, metamórficas y sedimentarias.
Explicación: Las rocas ígneas se forman por consolidación del magma en el interior de la Tierra, se denominan plutónicas si tienen una cristalización lenta, y efusivas o volcánicas si su enfriamiento es rápido, en este último caso, gran parte de sus minerales tienen una escasa cristalización, o no han cristalizado.
Un 95% del volumen de rocas ígneas está constituido por tan sólo unos pocos minerales: cuarzo, feldespatos, piroxenos, anfíboles, micas, óxidos de hierro, aluminio y titano, olivino y feldespatoides. La presencia de unos u otros tiene claras implicaciones en la estabilidad, intensidad de alteración y grado de evolución del suelo. En base a los contenidos que presenten: cuarzo SiO2; plagioclasa sódica Si3AlO8Na; plagioclasa cálcica Si2Al2O8Ca; feldespato potásico Si3AlO8K, etc, los suelos tienen unas propiedades especificas que les caracteriza. Ejemplos de este tipio de rocas son: Granito, Sienita, Gabro, Peridotito.
Las rocas metamórficas se forman por cambios químicos, mineralógicos y estructurales de rocas ígneas y sedimentarias, cuando son sometidas a elevadas presiones, altas temperaturas, o a ambas. Se caracterizan por presentar una determinada orientación en la disposición de sus minerales, lo que les confiere una estructuración laminar. Su composición es variable según su origen, y desde el punto de vista del suelo aportan la misma composición mineralógica de la roca inicial de la que proceden. Ejemplos de este tipo de rocas son: Cuarcita, Mármol, Neis, Pizarra.
De gran importancia en la formación de los suelos son las rocas sedimentarias, minoritarias en su proporción respecto a las otras rocas, pero de localización muy superficial. Proceden de la alteración de otras rocas por la acción de agentes externos que provocan el desprendimiento de partículas, su transporte y posterior deposición. Existen varios tipos: Detríticas, cuando su origen es por la compactación y cementación de fragmentos de rocas de tamaños muy variables (conglomerados, areniscas, arcillas). Químicas, se forman por la precipitación o sedimentación química de diversas sales (dolomía, caliza, yeso). Orgánicas, se generan por la acumulación de restos orgánicos, caparazones, conchas, restos vegetales (lignito, carbón, hulla, antracita).