¿Cuáles son los heroes de la Odisea?
Respuestas a la pregunta
ODISEO (ULISES): El héroe principal y excluyente del libro, rey de Ítaca e hijo de Laertes y Anticlea. Su familia en Ítaca sufre esperándolo durante veinte años: diez de ellos los había pasado Odiseo luchando en la guerra de Troya y los otros diez intentando regresar a Ítaca con una serie de problemas y obstáculos que tuvo que afrontar.
PENÉLOPE: Fiel esposa de Ulises. Espera a su esposo durante 20 años. Dice a sus pretendientes que se casará con uno de ellos después de tejer una mortaja destinada a su suegro. Teje durante el día y lo deshace durante la noche para evitar a los pretendientes.
TELÉMACO: Hijo de Ulises y Penélope. Al principio se muestra tímido, carente de energía y de la resolución de su padre, pero, al final, termina sorprendiendo a su madre al tomar las riendas de la casa y luchar contra los pretendientes.
ATENEA: Diosa hija de Zeus, que protegerá en numerosas ocasiones a Ulises y lo ayudará a escapar de problemas causados por el designio de los dioses. En una asamblea de los dioses griegos, Atenea aboga por la vuelta del héroe a su hogar. Tomando la figura de Mentes, rey de los Tafios, Atenea aconseja a Telémaco que viaje en busca de noticias de su padre.
EOLO: Dios del viento que vive en la isla flotante de Eolia y que ayuda a Ulises encerrando en un odre los vientos desfavorables que le impedían llegar a Ítaca.
CALIPSO: Ninfa habitante de la isla de Ogigia que retuvo a Ulises durante siete años, después de darle refugio. Lo dejó marchar tras la orden del dios Hermes enviado por Zeus.
NAUSÍCAA: Hija del rey de los Feacios, Alcínoo. Guiada por Atenea, va a la playa, donde encuentra a Ulises tras haber naufragado y lo recibe como a un personaje distinguido. Lo guía a la ciudad donde lo recibirá su padre.
EUMEO: Fiel porquero de Ulises que acoge a Ulises, tras su regreso a Ítaca como un mendigo. Después, junto con su hijo Telémaco, le ayudarán a matar a los pretendientes de Penélope que están saqueando el reino.
EURICLEA: Vieja nodriza de Ulises, que, cuando Penélope lo tiene como invitado a su regreso a Ítaca como mendigo, le reconoce al verle una vieja cicatriz en su pierna.