Cuáles son los efectos del sacrificio de Cristo en la cruz
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Cuando Dios puso a nuestros primeros padres les dio una orden (Genesis 2:16-17). Ellos desoyeron la verdad de Dios. La sentencia cayó sobre ellos: Muerte. Muerte significa separación, muerte física y espiritual. Cuando el espíritu se aleja del cuerpo, el cuerpo muere, pues no recibe la vida del espíritu. Cuando el espíritu se aleja de Dios, el espíritu muere, pues no recibe la vida de Dios. El hombre alejado de Dios, está muerto en delitos y pecados (Efesios 2:1). Si Dios hubiese cargado o ejecutada sobre el hombre la sentencia de muerte pronunciada contra él por causa de su propio pecado, el hombre hubiese quedado irremisible y eternamente separado de Dios. De ahí la necesidad de redimir al hombre, pagar el precio de su rescate, cumplir la sentencia de muerte y recobrar para el hombre todo lo que este perdió. Desde el primer momento cuando el hombre peco, Dios mostro que la redención vendría por medio del derramamiento de sangre de un sustituto inocente, osea los sacrificios ofrecidos desde Adán hasta los patriarcas y la ley mosaica. Pero la misma Biblia nos enseña que estos sacrificios eran imperfectos, y “no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto. … Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. ... porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. (Hebreos 9:9; 10:1,4). Pero también la Biblia enseña que ningún hombre, ni con su sangre pecaminosa y corrompida, ni con sus riquezas materiales podía ni puede redimir al hombre (salmo 49:6-8), y aún más la Biblia enseña, que la sentencia de muerte para el hombre dictada por la justicia de Dios, tenía que ser cumplida, pero Dios que es rico en misericordia con su gran amor que nos amos (Efesios 2:4), quería proveer perdón, pero a la vez no podía lesionar su justicia que reclamaba el castigo ¿Como armonizar esos dos grandes atributos de Dios, su justicia y su amor? Para esto entra en función otro gran atributo divino, su sabiduría. Y Dios en su sabiduría traza el plan de la redención con sangre desde antes de la fundación del mundo (1 Pedro 1:20). ¿Y quién sería capaz de sufrir y pagar la pena de muerte del hombre en todas sus consecuencias? Tenía que ser hombre, pero no podía ser exclusivamente hombre, porque no hubiese sido la satisfecha la justicia de Dios, pues todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23), tenía que ser Dios, pero no podía ser exclusivamente Dios, porque no hubiese sido bien aplicada la justicia de Dios, pues Dios es justo y santo. Entonces tenía que ser a la vez verdadero hombre, y verdadero Dios. ¿Y cómo haría Dios tal maravilla? David dijo: He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre. Salmos 51:5. Este hombre Dios no podía ser pecador, pues venía a pagar la deuda del hombre pecador, por lo mismo no podía ser engendrado por el hombre pecador. Dios proveyó la manera que el hombre Dios, el Redentor, naciera de una mujer, pero no lo engendrara un hombre, que fuera la cimiente de la mujer (Genesis 3:15), pero no fuera la cimiente del hombre, por medio de este milagro, Jesús recibió de María su cuerpo humano y por esto es verdadero hombre, y recibió del Espíritu Santo, su sangre divina, y por esto y muchas cosas más es verdadero Dios. Y sobre Jesucristo, el hombre Dios, como nuestro sustito, Dios cargo en Él, el pecado de todos nosotros (Isaías 53:6). Y nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (Gálatas 3:13). Y después del derramamiento de su sangre, pues sin derramamiento de sangre no se hace remisión (Hebreos 9:22), después de su muerte y resurrección, ascendió al cielo como nuestro sumo sacerdote con esa sangre divina, pura, limpiadora, inocente, incorruptible, preciosa, eterna y entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención, para presentarse ahora por nosotros ante Dios habiendo obtenido eterna redención (Hebreos 9:12,24), y por el poder, la eficacia y la vigencia de esa preciosa sangre, Cristo nos compró (hechos 20:28), nos dio remisión de pecados (Colosenses 1:14), somos justificados y ya no juzgados por su ira (Romanos 5:9), limpia nuestras conciencias (hebreos 9:14), nos redime (1 Pedro 1:18), nos limpia de pecados (1 Juan 1:7), nos lava nuestros pecados (Apocalipsis 1:5), nos hace cercanos a Dios (Efesios 2:13), vencemos al diablo (Apocalipsis 12:11), tenemos entrada en el cielo (Hebreos 10:19). Por los infinitos méritos de la redención por la sangre de nuestro Señor Jesucristo, el hombre recobra todo lo que perdió. Quien acepta la redención por medio la sangre de Cristo, es comprado con tan elevado precio, y es hecho hijo de Dios. Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1 corintios 6:20
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