cuáles son los dos posturas que explica el autor respecto a la desaparición de una lengua cuál es tu opinión al respecto
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Una lengua está en peligro cuando se encuentra en vías de extinción. Sin una documentación
adecuada, una lengua extinguida no podrá revivir jamás.
Una lengua está en peligro cuando sus hablantes dejan de utilizarla, cuando la usan en un
número cada vez más reducido de ámbitos de comunicación y cuando dejan de transmitirla de una
generación a la siguiente. Es decir, cuando no hay nuevos hablantes, ni adultos ni niños.
Alrededor del 97% de la población mundial habla aproximadamente un 4% de las lenguas del
mundo; a la inversa, alrededor del 96% de las lenguas del mundo son habladas por aproximadamente un
3% de los habitantes del mundo (Bernard 1996: 142). Así pues, casi toda la heterogeneidad
lingüística del mundo es custodiada por un número muy pequeño de personas.
Incluso idiomas con muchos millares de hablantes ya no se enseñan a los niños; al menos el
50% de las más de seis mil lenguas del mundo están perdiendo hablantes. Según nuestros cálculos,
cerca del 90% de todas las lenguas podrían ser sustituidas por lenguas dominantes de aquí a finales
del siglo XXI.
El peligro de desaparición de una lengua puede ser el resultado de fuerzas externas, tales
como el sojuzgamiento militar, económico, religioso, cultural o educativo, o puede tener su causa
en fuerzas internas, como la actitud negativa de una comunidad hacia su propia lengua. A menudo
las presiones internas tienen su origen en presiones externas, y unas y otras detienen la transmisión
intergeneracional de las tradiciones lingüísticas y culturales. Muchos pueblos indígenas, asociando su
condición social desfavorecida con su cultura, han llegado a creer que no merece la pena
salvaguardar sus lenguas. Abandonan su lengua y su cultura con la esperanza de vencer la
discriminación, asegurarse un medio de vida y mejorar su movilidad social o integrarse en el
mercado mundial.
La extinción de una lengua significa la pérdida irrecuperable de saberes únicos, culturales,
históricos y ecológicos. Cada lengua es una expresión irremplazable de la experiencia humana del
mundo. Por lo tanto, el conocimiento de una lengua cualquiera puede ser la clave para dar respuesta
a cuestiones fundamentales en el futuro. Cada vez que muere una lengua tenemos menos datos para
entender los patrones de estructura y función del lenguaje humano, la prehistoria humana y el
mantenimiento de los diversos ecosistemas del mundo. Por encima de todo, los hablantes de esas
lenguas pueden experimentar su desaparición como una pérdida de su identidad étnica y cultural
original (Bernard 1992, Hale 1998).
Sensibilizar hacia la pérdida de lenguas y la diversidad lingüística sólo será eficaz si se
consigue dotar de funciones contemporáneas positivas a las lenguas minoritarias desde el punto de
vista de las necesidades de la vida moderna, dentro de la comunidad y también en los contextos
nacional e internacional. Entre esos papeles positivos están el uso de estas lenguas en la vida
cotidiana, en el comercio, la educación, las letras, las artes y los medios de comunicación.
Para establecer esas funciones se necesita el apoyo económico y político tanto de las comunidades
locales como de los gobiernos nacionales.
En casi todos los países es urgente disponer de informaciones más fiables sobre la situación de
las lenguas minoritarias como base para los esfuerzos de apoyo a todos los niveles.
Explicación: