Cuales son las ventajas y desventajas del movimiento reformistas
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El reformismo es un tipo de ideología social o política que generalmente apunta a realizar cambios graduales a fin de mejorar un sistema, proyecto o sociedad. Esos cambios se refieren generalmente solo a ciertos aspectos, a veces necesarios o fundamentales, más que a la totalidad, lo que lo diferencia tanto de posiciones como el reaccionarismo y el revolucionismo. Es necesario también diferenciar el reformismo del centrismo. Para el centrismo, la búsqueda y promoción de políticas consensuales, equidistantes de los «extremos políticos» es un fin en sí mismo. Para el reformismo, tales acuerdos son una manera de avanzar paulatina pero seguramente hacia un objetivo final que se postula como un fin de interés general.
Adicionalmente, aunque ambos movimientos pueden ser vistos como evolucionistas el acento en el centrismo es más continuista. El reformismo no es necesariamente visto como una propuesta consensual. Muchos lo ven como una capitulación a las políticas del sector opuesto (Lenin, por ejemplo, denuncia lo que ve como defensa del reformismo burgués). Otros lo pueden ver como tentativas profundamente amenazantes. Empezando con la reforma protestante de Lutero pasando por el «reformismo ilustrado» de los Borbones (franceses originarios), vemos proyectos que buscan transformar sistemas con la intención de mejorarlos mientras se mantienen ciertos elementos centrales, pero al mismo tiempo vemos proyectos que fueron percibidos como desestabilizadores y destructores del orden establecido.[1][2]
Durante el siglo XIX, debido a que el anarquismo defendía al colectivismo, algunos reformistas, como los regeneracionistas españoles, lo propusieron como solución a los problemas agrarios.[3]
Respuesta:
El reformismo es un tipo de ideología social o política que generalmente apunta a realizar cambios graduales a fin de mejorar un sistema, proyecto o sociedad. Esos cambios se refieren generalmente solo a ciertos aspectos, a veces necesarios o fundamentales, más que a la totalidad, lo que lo diferencia tanto de posiciones como el reaccionarismo y el revolucionismo. Es necesario también diferenciar el reformismo del centrismo. Para el centrismo, la búsqueda y promoción de políticas consensuales, equidistantes de los «extremos políticos» es un fin en sí mismo. Para el reformismo, tales acuerdos son una manera de avanzar paulatina pero seguramente hacia un objetivo final que se postula como un fin de interés general.
Adicionalmente, aunque ambos movimientos pueden ser vistos como evolucionistas el acento en el centrismo es más continuista. El reformismo no es necesariamente visto como una propuesta consensual. Muchos lo ven como una capitulación a las políticas del sector opuesto (Lenin, por ejemplo, denuncia lo que ve como defensa del reformismo burgués). Otros lo pueden ver como tentativas profundamente amenazantes. Empezando con la reforma protestante de Lutero pasando por el «reformismo ilustrado» de los Borbones (franceses originarios), vemos proyectos que buscan transformar sistemas con la intención de mejorarlos mientras se mantienen ciertos elementos centrales, pero al mismo tiempo vemos proyectos que fueron percibidos como desestabilizadores y destructores del orden establecido.[1][2]
Durante el siglo XIX, debido a que el anarquismo defendía al colectivismo, algunos reformistas, como los regeneracionistas españoles, lo propusieron como solución a los problemas agrarios