Cuáles son las reacciones naturales ante en terror ?
Respuestas a la pregunta
Las reacciones ante un evento traumático son bastante comunes entre todas las personas.
Si bien diferentes personas podrían actuar de diferentes maneras según el evento, la edad
del individuo, su experiencia de vida, capacitación, preparación, proximidad al evento,
cantidad de tiempo involucrado en el mismo, etc., muchas personas tienen algún nivel de
las mismas razones naturales, que se relacionan con la supervivencia, elasticidad y
recuperación.
Es importante saber que cualquier reacción sea probablemente una reacción normal
incluso si no es la misma que la del resto. Algunas reacciones serán leves y otras podrían
ser tan fuertes que podrían causar dificultad para desenvolverse o progresar hacia la
recuperación. Más abajo se presentan algunos signos y síntomas que son bastante
comunes y normales, seguidos por algunos consejos y sugerencias sobre lo que se debe
hacer para ayudarse a usted mismo y a otros a su alrededor para encaminar nuevamente
su vida hacia la normalidad.
Reacciones físicas:
Escalofríos, sudor, malestar estomacal, dolores de cabeza, ritmo cardíaco acelerado,
vómitos, mareos, dolor en el pecho, respiración pesada, dificultad para recuperar el aliento,
temblor, tensión o dolores musculares, o cualquier cosa que no sea parte de su estado físico
normal.
Reacciones de pensamiento:
Confusión, dificultad para concentrarse, problemas de memoria, reacción de sobresalto
exacerbada, culpar, desorientación, problemas para tomar decisiones, problemas con
números, pesadillas, recuerdos fugaces, o cualquier dificultad para pensar o cambiar su
proceso normal de pensamiento.
Reacciones emocionales:
Temor, ira, culpa, pánico, ansiedad, agresión, lapsos de llanto, irritabilidad, sensación
abrumadora o de pérdida de control, negación, depresión o cualquier emoción que no sea
común para usted.
Reacciones de comportamiento:
Retraimiento, inquietud, cambios en el sueño, cambios en el apetito, aumento en el uso
de alcohol, aumento en el uso de otras sustancias, brotes de ira, dificultad para
expresarse, frustración, o cualquier comportamiento que difiera de su comportamiento
habitual.
Reacciones espirituales:
Culpar a Dios, sentirse traicionado o abandonado por Dios, dificultad para rezar, pérdida
de fe y esperanza, pérdida del sentido de la justicia, alejamiento de la fe o de la
comunidad religiosa o cualquier cambio en su espiritualidad personal.
QUÉ HACER O NO HACER PARA AYUDAR A VOLVER A LA NORMALIDAD
Haga alguna actividad física para hacer que circule la sangre.
Evite el azúcar, el café, las comidas fritas, el alcohol y beba más agua que de costumbre.
Hable sobre sus sentimientos, pensamientos y frustraciones con otros.
Desarrolle e intente seguir una rutina.
Evite el exceso de medicaciones, drogas, cigarrillos, etc.
No tome ninguna decisión importante ni haga grandes cambios. Dese tiempo para
recuperar el juicio.
Al mismo tiempo, comprenda que tiene opciones. Elija bien.
Coma comidas más livianas y saludables y porciones más pequeñas pero con mayor
frecuencia que la habitual.
Consiga papel (especialmente un diario) y escriba lo que se le cruce por la mente, en
especial justo antes de recostarse para descansar.
Busque ayuda y reciba gentilmente a quienes se la ofrezcan. Dese cuenta de que otras
personas están atravesando problemas similares con usted. No está solo.
Descanse, incluso si no puede dormir. Descanse sus huesos.
Confíe en que lo superará y la vida volverá a ser buena.
¡No se olvide de respirar! ¡Dedique un momento a ser agradecido! ¡Permítase reír