Cuales son las raices del futbol? plox ayudaaa
Respuestas a la pregunta
Respuesta:iendo para los argentinos su deporte cultural, considero que se ha investigado muy poco sobre el fútbol, no se ha avanzado más allá de ciertas puntualizaciones históricas y el relativo valor que se le puede asignar a las estadísticas que se basan sobre resultados sin interpretación.
De aquellos ingleses locos que dieron el puntapié inicial, y luego sembrando su tendencia deportiva a través de las estaciones de trenes distribuidas según los caprichosos dibujos, plasmados por la mano de intereses comerciales, hasta este nuevo siglo, se ha jugado mucho, se ha discutido en la periferia, se han cambiado las condiciones, y se ha analizado poco. Así se podrá saber aproximadamente desde cuándo y en dónde se ha practicado, cómo fueron sus formas de desarrollo en tiempo y lugar y... un poco más. Como si se hubiera limitado el apetito, la curiosidad, entendiendo como definitiva e imperecedera la explicación primaria y ocioso e innecesario cualquier otro intento por encontrar otras repuestas. Claro, pocas veces se han hecho otras preguntas.
Sin embargo, cada vez hay más gente preocupada por interpretar el fenómeno. En otros lugares se ha avanzado sobre su estudio partiendo desde los aspectos lúdicos hasta intentar sacar conclusiones de la transformación de su esencia cuando ya se habla de una profesión y de trabajadores cuyo medio de vida es la práctica deportiva; de la afición gratuita y placentera al trabajo no tan gratuito ni tan placentero.
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Se coincide en afirmar que el afán de rendimiento y el placer lúdico introducen en el fútbol una simbiosis afortunada. Hoy parece contradictorio que los sanos aspectos que se refieren al fuerte efecto en los ámbitos físico, psíquico e intelectual que el mismo carácter del juego le entrega, terminen abrazados, sin sonrisas, cuando establece esa condición contradictoria al terminar siendo un trabajo. Y una tarea para elegidos. En esta tarea para elegidos siempre hay un ejercicio de selección que finaliza con el pulgar hacia abajo para muchos.
El joven que se convierte en jugador quiere ser reconocido como tal. En esa exigencia, la pequeña sociedad en la que se desarrolla se olvida de que es una persona. Sólo ve a un protagonista del espectáculo, una herramienta que será utilizada por el hincha para pegarles una patada a sus frustraciones. El aplauso o el silbido que lo sostendrá por un tiempo o lo desechará definitivamente.
Si pensamos en un juego colectivo, donde la competencia vive con cama adentro, en la variedad de los componentes del rendimiento, en las interrelaciones muy difíciles de valorar, en el juicio subjetivo de todos... el fútbol, al que la ciencia ha tratado muy poco en el pasado, a pesar de su convocatoria, se merece una análisis más severo, y el apoyo de disciplinas que se demoran en entrar en escena por culpa de quienes desde sus limitaciones ponen el pie detrás de la puerta.
Hay quienes simplifican pensando en términos de destreza y habilidades, de buenos entrenamientos, de conocimiento táctico, pretendiendo explicar todo creyendo y haciendo creer que el jugador es solamente eso. Que un equipo es sólo eso. Me parece un poco más complejo. Y si las propias raíces lo son, pensemos hasta donde llegan las ramas. Recordemos a aquel aguatero que se había instalado en la orilla del río y casi todos acudían a comprarle agua. Gran negocio, siempre y cuando los compradores no vieran el río. Lo vieron y cerró el negocio. Hoy todavía hay quienes siguen vendiendo agua del río, bueno... porque hay empecinados en no verlo.
Explicación: