Cuáles son las principales diferencias técnicas entre un medio fondista y un velocista
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Desde el punto de vista mecánico, la técnica de carrera en fondistas y en velocistas se puede decir que es la misma, aunque funcionalmente sí existen algunas diferencias que, como veremos, pueden ser muy determinantes de cara al rendimiento en unas y otras disciplinas. Y es que el objetivo principal del velocista es el desplazamiento en el menor tiempo posible, mientras que en el fondista prima más la economía de carrera, es decir, buscar eficiencia con el menor gasto de energía. Sin embargo, la enseñanza de la técnica de carrera debería ser prácticamente la misma para unos y para otros, tomando como referencia la forma de correr de un velocista, ya que la técnica de éste debe ser más depurada y completa.
Analizar la técnica de carrera
Para analizar la técnica de carrera de un corredor, lo más útil son las filmaciones de vídeo, preferiblemente si es con cámaras de alta velocidad que graban a muchos fotogramas por segundo para no perder detalle del movimiento. Pero se puede hacer también con filmaciones entre 200 y 300 imágenes por segundo (muchas cámaras no profesionales tienen esa opción), con una toma lateral (mejor una toma por cada lado) y otra frontal. Todo esto lo explica muy bien Joan Rius en su artículo “Análisis de la Técnica de Carrera: filmaciones a alta velocidad” publicado en el número 70 de Sportraining.
Pero las filmaciones en sí mismas nos dicen poco, medir sin saber sirve de poco, para medir debemos conocer, saber qué se pretende con cada cifra obtenida y poder interpretarla (Rius, 2017). Por ello, todo el material obtenido debe ser analizado posteriormente por un especialista mediante programas informáticos específicos.
Últimamente están muy de moda los estudios de la pisada y la biomecánica de la carrera realizados sobre una cinta correr. No voy a decir que no sean útiles, porque sí lo son siempre que estén realizados por auténtico personal cualificado, pero deberían ser complementados con análisis biomecánicos de la carrera sobre terreno real. Aunque el gesto pueda parecer idéntico, no es exactamente lo mismo correr impulsándose y desplazándose hacia adelante (terreno real) que hacerlo cuando es el suelo el que se desplaza debajo del corredor (cinta de correr). Por poner un ejemplo, en la carrera durante la fase de vuelo se produce una pérdida de velocidad ya que no hay propulsión, y sin embargo corriendo en cinta la velocidad sigue siendo la misma ya que el movimiento de ésta hacia atrás es constante.
Fases de la carrera
Lo primero que hay que tener en cuenta es que correr es un movimiento cíclico, en el que las distintas fases se van sucediendo de forma idéntica una tras otra. Cuando se corre por terreno uniforme estandarizado, se trata de un movimiento cíclico de cadena más cerrada; por el contrario cuando se corre por terreno irregular o con constantes cambios de ritmo, dirección, etc., estamos hablando de cadena abierta.
El rendimiento en carrera se mide básicamente por la velocidad de desplazamiento en una determinada distancia, y en atletismo la definimos como el producto de la frecuencia de la zancada por la amplitud de ésta.
Durante el gesto de la carrera, básicamente podemos hablar de dos fases principales: fase de vuelo y fase de apoyo.
En la fase de vuelo se produce una pérdida de velocidad, ya que no hay propulsión, por lo que en principio lo interesante es acortar al máximo esta fase buscando el suelo, especialmente en la carrera de velocidad.
La fase de apoyo o de contacto del pie con el suelo la podemos dividir en dos subfases: la de amortiguación, que es desde que el pie entra en contacto con el suelo hasta que la cadera haya alcanzado su punto más bajo, y la de impulsión, que se produce acto seguido y finaliza cuando el pie pierde el contacto con el suelo. La fase de amortiguación supone una caída de la velocidad y tiene una menor duración en los velocistas que en los fondistas. En la impulsión la velocidad vuelve a aumentar. El tiempo de contacto del pie con el suelo determina la velocidad de carrera y, a su vez, está condicionado por ésta; en velocistas es de poco más de 100 milésimas de segundo, en fondistas algo más y en corredores populares o runners por encima de las 200 milésimas.
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