cuales son las obras de imfraestructuras y reformas sociales de OSCAR OSORIO, JOSE MARIA LEMUS, JULIO ADALBERTO RIVERA, FIDEL SANCHEZ HERNANDEZ, ARTURO ARMANDO MOLINA Y CARLOS HUMBERTO ROMERO
Respuestas a la pregunta
La historia de El Salvador –a partir de mediados del siglo XX– tiene un momento decisivo: la guerra civil desatada entre 1980 y 1992. Alrededor de ese foco, podemos estudiar su evolución histórica, tanto por los factores anteriores que llevaron al conflicto armado, como por las transformaciones que le sucedieron.
Desde fines del siglo XIX, la economía salvadoreña se basaba esencialmente en la producción y exportación de café. Así, cuando la crisis mundial de 1929 provocó una fuerte caída en los precios internacionales de ese producto, se desencadenó una importante crisis fiscal con amplias repercusiones políticas y sociales. En 1931, las elecciones presidenciales marcaron una incipiente tendencia liberal demócrata con la victoria del ingeniero Arturo Araujo, que en su campaña prometió mejoras sociales inspiradas en el laborismo inglés. Sin embargo, el presidente electo ocupó el cargo por apenas algunos meses. Frente a la caótica situación económica, que generaba amplias protestas de la población, los militares dieron un golpe de Estado que llevó a la presidencia al general Maximiliano Hernández Martínez, fundador del partido Pro Patria. (Véase cuadro con la sucesión de presidentes en la página 507.)
El general Hernández Martínez inauguró un nuevo estilo de gobierno. Apoyándose en el Ejército y en la policía, se mantuvo en el poder durante trece años. Impuso un régimen militar autoritario, sin oposición, basado en el monopartidismo y en el sistema de partido oficial. Ante las huelgas y protestas que se expandían por el país, reaccionó promoviendo una brutal represión. Para enfrentar la crisis económica, el gobierno recurrió inicialmente a instrumentos de emergencia, promoviendo de inmediato la reorganización de la economía. Decretó una moratoria general, que cancelaba el pago del principal de los créditos, limitaba el nivel de ganancias y suspendía la ejecución de los embargos. Además, suspendió el pago de la deuda pública, en 1932, y llegó a un acuerdo con los poseedores de bonos en mayo de 1933. La interrupción del pago de la deuda fue compensada por la suspensión temporaria del impuesto a la exportación de café, en 1932. Con todas estas medidas, el gobierno consiguió un alivio momentáneo, y sobre esa base procedió a una reforma de largo plazo.
Dentro de esa reforma, se creó el Banco Central de Reserva, transfiriéndole al Estado la tarea de emitir moneda (que hasta ese momento era atribución de los bancos privados). Otra institución importante fue el Banco Hipotecario que, junto con la Ley de Prenda Agraria, Ganadera o Industrial, pasó a ser responsable por el crédito agrícola. “Todos esos cambios ayudaron a ordenar un sistema anacrónico y sirvieron para proteger los intereses de los propietarios en todos los niveles”, según Enrique Baloyra (1987).
Moratoria, organización de las finanzas públicas y control sobre la especulación fueron piezas clave en la política económica concebida por Hernández Martínez para enfrentar los peores momentos de la crisis. Las alzas del precio del café, en 1934 y 1935, favorecieron la recuperación. El Banco Central de Reserva pasó a regir las políticas monetaria y crediticia, y la intervención estatal permitió la reorientación de la economía. El lugar destacado de la Asociación Cafetalera en las nuevas instituciones fue la expresión de un cambio favorable para los agricultores medianos y grandes. Esas acciones favorecieron al presidente, garantizándole el apoyo de los agricultores y militares y, con eso, su reelección.
En mayo de 1944, el general Hernández Martínez renunció a la presidencia debido a una “huelga de brazos cruzados” que paralizó la universidad, el sistema ferroviario, los bancos y el comercio. En el mes anterior, había podido dominar un golpe de Estado, pero después de cuatro semanas se encontraba aislado debido al amplio movimiento social contestatario.