¿Cuáles son las nuevas formas de hacer política?
Respuestas a la pregunta
Las nuevas formas de hacer política han venido naciendo, no las estamos inventado ahora. La presente provocación sugiere características de las nuevas formas de hacer política, sin el ánimo de agotar el debate, ni de dar una idea definitiva de algo que, al decir de Gramsci, se resiste a nacer ante lo viejo que no puede morir.
Primera característica
Su contenido nace de la descomposición del régimen: hablamos de su fuente de construcción. Se trata de cada vez mayores niveles de confrontación ante aspectos estratégicos del modelo extractivista y neoliberal en Colombia: Tierra y territorio, salud, educación, condiciones laborales, formalización laboral, contra la minería, cultivos de uso ilícito, megaproyectos son algunos temas de acción social y política del campo popular.
Segunda característica
Su formas de agrupación y acumulación de nuevo poder. La consolidación de Marcha Patriótica y Congreso de los Pueblos como espacios de unidad de sujetos sociales y populares que dan un paso adelante hacia la disputa del poder político, proyectándose como proyectos alternativos al capitalismo, es un hecho determinante en las nuevas formas de hacer política: se trata de la articulación de la acción socio sectorial y la disputa política.
Tercera característica
Los tipos de acción colectiva.En este punto nos referimos a las maneras de lograr la visbilización, disputa, incidencia y victoria de los reclamos y aspiraciones del movimiento social y popular.
Cuarta característica
La acción política se desmarca de los procedimientos institucionales, le desborda. Más allá de la contienda en urnas cada tanto, se convierte en acción permanente de disputa en calles, barrios y veredas; ello no niega ni desprecia la participación electoral por posiciones en la lógica representativa institucional.
Quinta característica
Participación política y democracia. Las características anteriores se basan en una concepción de participación política que da un lugar y reconoce a las gentes del común como protagonistas. Esta relación de incidencia es diametralmente opuesta a la “democracia” actual del “elegir y ser elegido” para ser “representado”. Se trata en cambio, del decidir que será representado, construirlo, velar por su ejecución, hacerle veeduría y control; no se convoca para representar, se convoca para construir de manera permanente y colectiva.