cuáles son las líneas de pensamiento del matadero del siglo XIX de estaban Echeverría?
porfavor lo nesesito urgente
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Esteban Echeverría es uno de los intelectuales y escritores más importante de la historia argentina, aunque no ha sido tan valorado como Sarmiento o Alberdi. Quizá porque muere a los 45 años en Montevideo, en el exilio político, antes de Caseros y de la derrota de Rosas (1852), se ha conformado a lo largo de nuestra cultura cierto opacamiento respecto a la consideración de sus aportes fundamentales a la literatura y al pensamiento en la Argentina. Echeverría no sólo fue el primer escritor en proponer una literatura nacional, que inicia con La cautiva, sino también el ideólogo de una nueva opción política, fundada en el socialismo saintsimoneano, ante el gobierno de Rosas y diferente a la postura ideológica de los unitarios seguidores de Rivadavia, como los hermanos Juan Cruz y Florencio Varela. De ese modo es quien logró aglutinar en torno a sus ideas a un grupo de jóvenes políticos e intelectuales de su misma generación, como Alberdi, Gutiérrez, Sarmiento y otros. Pero aún más, a sus escritos políticos más destacados, como el Dogma socialista que publicó en 1948, precedido por la Ojeada retrospectiva, en Montevideo, se le debe agregar el reconocimiento por sus artículos sobre sucesos políticos contemporáneos como la Revolución de 1848 en Francia («Revolución de febrero en Francia» y «Sentido filosófico de la revolución de febrero en Francia») y sus preocupaciones y proyectos sobre la educación, como puede verse en su Manual de Enseñanza Moral (1846), editado en Montevideo, una ciudad sitiada por varios años y en medio de una guerra civil prolongada y cruenta. A lo que habría que sumarle sus polémicas con Rivera Andarte y con Pedro de Angelis, su producción poética durante el largo exilio uruguayo1, las lecturas que pronuncia en el Salón literario hacia 1837, y no olvidarnos de El matadero, ese relato escrito en su estancia de Los Talas hacia 1839-40, poco antes de iniciar su destierro en el vecino país oriental, que fue publicado póstumamente en 1872 por su amigo Juan María Gutiérrez.