¿Cuáles son las habilidades motrices que un atleta de velocidad debe desarrollar para alcanzar el máximo rendimiento?
Respuestas a la pregunta
Respuesta: El periodo correspondiente a la Etapa de Primaria, fundamentalmente durante los dos primeros ciclos, es el óptimo para el desarrollo de las habilidades y destrezas básicas, pues este periodo se caracteriza por la estabilización, fijación y refinamiento de los movimientos del niño.
Durante la Etapa de Primaria resulta fundamental el trabajo de la coordinación para una correcta evolución del resto de capacidades y habilidades motrices.
Así, autores como Weineck (1988), defienden que en el primer ciclo, aunque la capacidad de asimilación motriz es muy alta, otros factores fisiológicos aún no madurados hacen que no se tenga una gran retención de los patrones motores adquiridos, por lo que es importante remarcar los mismos en ciclos siguientes. En la última parte del segundo ciclo y todo el tercer ciclo, debido al desarrollo cognitivo y sensitivo, se produce una buena capacidad perceptiva y de observación por lo que es más factible la interiorización del movimiento (Martín, citado por Hahn, 1988).
Por último, hay que tener en cuenta que todos estos elementos se encuentran, en gran medida, condicionados por una serie de factores. Entre estos factores destaca la genética, la edad, el grado de fatiga, la tensión nerviosa, el sentido y la dirección del movimiento, la condición física y el nivel de aprendizaje.
Explicación:Hoy día, resulta fundamental que los niños y niñas en edad escolar (es decir, de entre seis y doce años) fomenten sus habilidades motrices y capacidades físicas. Así mismo, es básico que dicho desarrollo se lleve a cabo de manera lúdica, con el fin de fomentar otros aspectos de carácter actitudinal, como el respeto a los compañeros, el trabajo en equipo, la valoración de las capacidades y posibilidades motrices, etc. Igualmente, centrándonos de manera más específica en la mejora de los aspectos motrices, podemos utilizar como herramienta de trabajo los juegos atléticos, que como su propio nombre indica, derivan del deporte del atletismo, y son por tanto una fuente esencial para el desarrollo de elementos como la marcha y la carrera, los saltos, los lanzamientos, y de otras cualidades como la resistencia, la velocidad, la fuerza y, por supuesto, la coordinación.