Biología, pregunta formulada por jeniferk3003, hace 6 meses

¿cuáles son las formas médicas más eficientes de eliminar un virus y una bacteria indeseable?​

Respuestas a la pregunta

Contestado por alex2020brayan
2

Respuesta:

Las bacterias y los virus han sido, y en algunos

casos continúan siendo, un azote para la humanidad.

Sin embargo, desde hace años estamos familiarizados

con los términos “antibiótico” y “antiviral”, y con la

utilización de algunas de las moléculas de estas

familias para combatir las enfermedades producidas

por bacterias y por virus. Nuestro organismo debe convivir con las bacterias y los virus y, en el caso de una

agresión, protegernos con nuestras defensas naturales,

como la piel que supone una barrera para estos agentes

invasores, o en otras líneas de defensa con nuestro

sistema inmunológico. En el caso de que nuestras

defensas no pueden paliar la infección, diversas terapias nos ayudan a ello.

Los microorganismos son agentes etiológicos de

numerosas enfermedades; al inicio del siglo XX las

enfermedades infecciosas eran una de las causas de

muerte más frecuentes y, aunque se ha conseguido un

control sobre muchas de ellas con la consiguiente disminución de la mortalidad, aún hoy constituyen una de

las principales causas de muerte en países subdesarrollados. Así, el número de personas que mueren por

enfermedades microbianas tan extendidas como la

malaria, la tuberculosis, el cólera, la gripe, la neumonía, la gastroenteritis, etc., es elevado. Además, los

microorganismos todavía constituyen una amenaza

grave para enfermos cuyo sistema inmunológico se ha

dañado, por las complicaciones resultantes de infecciones oportunistas, o cuando se produce una infección

por un patógeno con resistencia múltiple. Todo ello

hace que el control de enfermedades infecciosas sea un

tema de actualidad, habiéndose alcanzado éxitos tan

importantes para la Medicina como la erradicación de

la viruela. Con el paso del tiempo varias de las enfermedades causadas por microorganismos patógenos se

han ido controlando gracias a los conocimientos sobre

las estructuras celulares y acerca de las bases moleculares de la replicación, transcripción y traducción en

células procariotas y eucariotas. Todo ello, en último

término, ha posibilitado el desarrollo de los agentes

antimicrobianos.

Cabe resaltar que, aunque ciertos microorganismos

son los agentes etiológicos responsables de algunas

enfermedades, la mayor parte de ellos no son perjudiciales para el hombre. El hombre convive con los

microorganismos y se beneficia de ellos. El beneficio

de los microorganismos se extiende a numerosos

aspectos de la actividad humana. Afectan no solo a la

salud humana y su bienestar, sino también participan o

desarrollan procesos valiosos para la sociedad en agricultura, alimentación, energía y medio ambiente,

biotecnología, etc. Algunas aplicaciones de los

microorganismos, actualmente aún bajo estudio,

parecen prometedoras. Ciertas bacterias producen

antibióticos, como la actinobacteria Streptomyces

griseus productora de la estreptomicina, otras participan en la elaboración de la mayoría de quesos,

como las bacterias Lactococcus, Lactobacillus o

Streptococcus, o la en producción del yogur, donde se

utiliza Lactobacillus acidophilus. Si se considera el

microambiente diverso del tracto intestinal, se ha

descrito que la comunidad microbiana la constituyen

alrededor de 500 especies de bacterias [1]. Entre éstas

están los probióticos o microorganismos vivos beneficiosos para el hombre y, aunque se requieren todavía

numerosos estudios para poder establecer con firmeza

la bondad de los microorganismos probióticos para la

salud, hay evidencias de que pueden prevenir enfermedades como la diarrea asociada a los antibióticos, el

síndrome de intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal [2]. Un ejemplo es el Lactobacillus

acidophilus que, además de producir ácido fólico y

vitamina B6, degrada nutrientes que otros microorganismos necesitan: produce ácido láctico, peróxido de

hidrógeno y otros subproductos que generan un medio

hostil para otros organismos indeseables. Otro caso

remarcable es la bacteria Escherichia coli (E.coli), que

ha sido y es utilizada como modelo y material

biológico en diversas áreas de investigación (entre

otras Genética, Biología Molecular, Bioquímica y

Biotecnología). Se encuentra en el intestino de los animales y, tanto ella como otras bacterias, actúan como

comensales formando parte de la flora intestinal; estas

bacterias son necesarias para el funcionamiento

correcto de la digestión y ayudan a la absorción de

nutrientes.

Explicación:

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