¿cuales son las diferencias entre el imperio bizantino y el imperio occidental?
Respuestas a la pregunta
Durante un milenio Bizancio fue el baluarte de la cristiandad contra las hordas nómadas, los persas, los árabes y los turcos. Si bien la cultura bizantino careció de la originalidad de las culturas clásicas griega y romana, fue una cultura altamente desarrollada que durante largo tiempo fue superior a la civilización de la Europa medieval.
Bizancio, situada entre Europa y Asia, fue el más importante centro comercial de la temprana Edad Media. A Bizancio acudían comerciantes de todos los países. Una moneda estable basada en el oro favoreció el intercambio. A través del Mar Negro, Bizancio se comunicaba con Rusia. Se intercambiaban vinos, sedas y otros productos de lujo por pieles, pescado y miel. A través de las estepas y los desiertos de Asia Central las caravanas traían especias, perfumes, piedras preciosas y otras mercaderías codiciadas del Lejano Oriente. Desde Bizancio los comerciantes llevaban productos artesanales bizantinos y mercaderías extranjeras hacia los puertos del Mediterráneo occidental. El renacimiento del comercio en Europa en el siglo XII se produjo en gran parte bajo los estímulos del comercio bizantino.
Las actividades económicas eran rígidamente controladas por la autoridad pública. El Estado establecía las normas para la industria, fijaba los precios y jornales, controlaba las condiciones de trabajo y la calidad de los productos y reglamentaba la exportación. La industria más importante era la textil. La artesanía constantinopolitana era famosa por sus trabajos de cuero, las magníficas tapicerías y las joyas de oro y piedras preciosas.
A diferencia del régimen feudal en Europa Occidental y Central que se caracterizaba por la fragmentación y dispersión del poder público, el Estado bizantino estaba completamente centralizado. El emperador bizantino gozaba de un poder absoluto; sin embargo, de hecho, su autoridad estaba limitada por la tradición y los emperadores más débiles fueron dominados a menudo por algún ministro poderoso o un ambicioso patriarca. La administración pública fue, en general, eficiente y honrada. Uno de los mayores problemas políticos se derivó de la falta de una sucesión legal al trono. Las disputas por la sucesión llenan las hojas de la historia de Bizancio. De los 109 emperadores que hubo entre 395 y 1453, sólo 34 murieron de muerte natural.
La vida en la ciudad de Bizancio era agitada y accidentada. El público se excitaba con las carreras de caballos en el hipódromo. Las disputas teológicas se transformaron a menudo en violentas y sangrientas riñas.
La civilización bizantina se extendió por toda Europa Oriental. Los misioneros propagaron el cristianismo. La escritura cirílica usada en Rusia, Bulgaria y Serbia se derivó de la escritura griega. En Bizancio se conservó el legado de la Antigüedad clásica griega. Se siguieron estudiando las obras de Platón y Aristóteles. Florecieron la teología y la historiografía. Procopio escribió una notable historia sobre el gobierno de Justiniano. Existían excelentes bibliotecas públicas y privadas. Con ocasión del saqueo de Bizancio por los cruzados en 1204 y los turcos en 1453 se perdieron innumerables y valiosísimos manuscritos. Sin embargo, muchas obras de los autores clásicos se salvaron y contribuyeron al renacimiento de las letras en Occidente en el siglo XV.
Los bizantinos fueron notables arquitectos y lograron fundir los elementos arquitectónicos griegos, romanos y persas en un estilo original. La creación más importante fue la basílica de Santa Sofía. Entre las artes decorativas se distinguen los espléndidos mosaicos formados por pequeños trozos de piedra o vidrio coloreado. Las murallas y cielos de las iglesias fueron cubiertos de mosaicos que representaban escenas religiosas.