Cuáles son las consecuencias negativas de la migración en los siguientes aspectos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1 Consecuencias demográficas
Las estadísticas indican que, en numerosos procesos migratorios, se producen ciclos que afectan a los mismos lugares de salida. Esto provoca distintos efectos tanto en los países emisores como en los receptores.
En el país emisor, la población disminuye, aliviando la presión demográfica que padecen en muchas ocasiones. Además, se suele tender al reagrupamiento familiar en los lugares en donde esto es permitido.
Como ejemplo puede mencionarse Letonia, país que ha perdido un cuarto de su población en pocos años por causa de la migración.
Como efecto negativo, cabe señalar que esta perdida de población afecta a niveles de producción y de desarrollo social.
Sin embargo, sucede al contrario en los países receptores. La presión demográfica sube y, en ocasiones, los servicios públicos encuentran dificultades en atender a los nuevos habitantes.
2- Envejecimiento/rejuvenecimiento de la población
Dado que la mayoría de los migrantes suelen ser jóvenes, los efectos tanto en la sociedad que los recibe como en la de origen son totalmente diferentes.
En los lugares de origen la salida de esta juventud, generalmente mejor formada, provoca un envejecimiento paulatino de la sociedad.
De esta forma se queda sin el segmento de la población que puede aportar nuevas ideas y que, además, suele ser más innovador.
Por su parte, los países receptores reciben una población que alivia su pirámide demográfica, que en casi todo occidente tiende a estar invertida; es decir, con más gente mayor que jóvenes.
3- Diversidad/empobrecimiento social
Este es un factor que acaba notándose mucho más en las naciones receptoras de emigración.
En el caso de las emisoras, se produce un cierto empobrecimiento cultural debido a la salida de grupos de jóvenes, por lo que la sociedad acaba volviéndose más conservadora.
Por otra parte, la vuelta (aunque sea ocasional) de esos inmigrantes, también aporta vivencias de los lugares que ahora habitan, por lo que en ocasiones logran imponer cierta apertura de ideas.
En los países que reciben a estos migrantes, la diversidad cultural genera una doble lectura.
Una positiva: hay enriquecimiento con nuevas formas de vida, tradiciones y culturas; y otra negativa: ciertos sectores de esas sociedades no ven con buenos ojos esta mezcla y acaban rechazándola.
4- Aparición de partidos con ideologías de antinmigración
Es consecuencia directa del punto anterior. Los sectores sociales que no admiten la diversidad cultural acaban muchas veces organizándose en partidos políticos que basan su ideario en atacar a los diferentes.
En contextos de crisis es sencillo culpar a los de fuera por los males que ocurren en la sociedad. No solo se trata de partidos de extrema derecha clásicos. La aparición de políticos como Trump es buena muestra de este hecho.
5- Ruptura social
Aunque el rechazo señalado anteriormente puede incorporarse a este punto, lo cierto es que la ruptura se nota también en los países emisores.
Mientras en los receptores se traduce en la formación de guetos en los que suelen agruparse miembros de la misma nacionalidad —casi siempre con ingresos por debajo de la media de la población local—, en los emisores la ruptura se produce en las mismas familias.
La separación familiar es un hecho en estos países. En muchas ocasiones los migrantes tienen que dejar a hijos u otros familiares en sus tierras, provocando un gran desgarro emocional.