cuáles son las consecuencias de la magia y las acciones
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Una acción tan pequeña como encender una vela puede regresar de forma imprevista.
Las urdimbres gigantescas tienen repercuciones gigantescas. Como el trueno de una tormenta lejana pueden tardar en alcanzarnos, ¡pero se hará oir! La mayor lección que debe aprender un mago es la que le enseña a medir sus magias para que sea capaz de soportar las consecuencias.
¿Has oído la frase “se hará en la Tierra como en el Cielo”? Lo que significa es que todas las cosas están relacionadas, desde las más pequeñas hasta las más grandes. Mover una es cambiar las demás. Esto ilustra el principio de casi todas las herramientas mágicas, pero lo que nos importa ahora es que ilustra la Resonancia, la idea de que todas nuestras Artes están moldeadas por nuestras intenciones y de que los resultados nos llegarán antes o después, a menudo magnificados. Si la desgracia se ceba en nuestras actividades, no estamos sin culpa.
Las consecuencias de la magia son la Resonancia y el Azote.
Resonancia
El primer principio moldea el mundo a tu alrededor de forma pequeña y sutil. Las acciones y las emociones se convierten en gotas de vino en el agua: cuanto más fuerte son las primeras, más fuerte es el vino. Igual que este altera el sabor del agua, tus actividades y tu temperamento cambian el “sabor” de la magia. La Creación catará ese “agua” y te responderá apropiadamente: un mago gentil inspirará amor en aquellos a los que se encuentre, e irá acompañado por pequeñas pinceladas de la Fortuna (un rayo de sol, una comida especialmente buena). Recordemos a nuestro adusto amigo: su melancolía afectará a todos los que le rodean. Sus conjuros evocarán oscuridad y las cosas alegres se ensombrecerán.
La Resonancia también colorea lugares y objetos. El escenario de una gran batalla, la sangre de un tirano, los dedos de un santo, todas esas cosas contienen la Resonancia de las personas o los acotecimientos que los hicieron importantes. Puede que no sean mágicos en sí mismos, pero cualquier hechicero puede saborear su “vino”. Si un objeto asi fuera utilizado en un conjuro, la Resonancia brotaría de sus poros y mezclaría su propio gusto con las intenciones del mago. Puede tratarse de una gran ayuda cuando los sabores son compatibles o un desastre en caso contrario, como por ejemplo si utilizamos el hueso de un santo para invocar una plaga. La Creación escupirá estas mezclas por su boca, conjurando a menudo consecuencias más profundas…
Explicación: