cuáles son las consecuencias a las que se enfrentan los seres humanos los animales y las plantas ante la falta de recursos que forman parte de su hábitat?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La degradación de los recursos naturales
En el pasado, los seres humanos pensaban que los recursos naturales eran inagotables, o creían que siempre se renovarían rápidamente y por sí mismos.
Desde hace miles de años, hombres y mujeres han trabajado y modificado su entorno, utilizando habilidades y herramientas cada vez más poderosas. Pero en los últimos dos siglos su acción se ha multiplicado, debido al aumento de la población y del potencial técnico y científico.
Como consecuencia, los cambios en la biosfera producidos por la actividad humana durante las últimas décadas son comparables con los cambios naturales que suceden en miles de años. Se ha provocado una acelerada degradación de los recursos naturales, erosión del suelo, deforestación, desertificación, contaminación y pérdida de la diversidad biológica.
Por otra parte, la demanda de productos agrícolas aumenta día a día, con el crecimiento de la población y el progreso de sus condiciones de vida. Para satisfacer esta demanda, ya no es posible recurrir a tierras aún sin explotar: la única respuesta es intensificar la producción sin agotar los recursos básicos ni degradar el ambiente.
Los problemas más urgentes
Debemos recordar que los recursos naturales de nuestro planeta son limitados, y que debemos tratar de vivir sin malgastarlos ni destruirlos. La erosión del suelo, la deforestación y la mala utilización de los recursos, especialmente del agua, ocasionan hambre y pobreza.
El ser humano ha causado graves daños, pero no toda intervención fue negativa. Algunas zonas de la tierra son ahora más productivas que en su estado natural. Estas nuevas posibilidades de producción se han logrado, por ejemplo, con la selección de variedades de cultivos resistentes a ciertas plagas, con canales para regar regiones secas o desecando pantanos. Pero todos estos procedimientos deben considerarse con cuidado, para evitar que a largo plazo aparezcan consecuencias negativas no previstas.
Los problemas del medio ambiente varían de región en región, pero se repiten con mayor o menor intensidad en casi todos los países del mundo.
La erosión del suelo:
El uso del suelo es indispensable para el desarrollo humano: agricultura, ganadería, bosques, extracción de minerales y materiales de construcción, base para casas y carreteras, son formas tradicionales de utilizar el suelo.
Las funciones del suelo son diversas, pero las principales son:
la función biológica: en el suelo viven gran número de especies vegetales y animales, esenciales para su formación, funcionamiento y fertilidad.
la función alimentaria: el suelo es fuente y reserva de elementos indispensables para alimentar la vida, como el calcio, potasio, nitrógeno, fósforo o magnesio.
la función depuradora: la porosidad del suelo actúa como un filtro que retiene y transforma las impurezas del agua que lo atraviesa.
la función de soporte de los vegetales, edificios y carreteras.
La actividad humana influye constantemente en el funcionamiento del suelo, casi siempre vulnerando su fertilidad.
Repercute en forma directa y negativa cuando se talan bosques, no se rotan los cultivos ni se deja descansar el suelo y se concentra el ganado en espacios reducidos. La tierra se erosiona cuando pierde la protección vegetal o se cultiva en surcos en el sentido de la pendiente; se compacta con el sobrepastoreo y se agota cuando disminuye la actividad de los microorganismos y la producción de materia orgánica.
El sobrepastoreo o exceso de ganado sobre una parcela tiene las siguientes consecuencias:
Ocasiona un exceso de pisoteo sobre el suelo, cuya superficie se compacta. Así disminuye su capacidad de absorber el agua de lluvia, provocando escorrentías y arrastre de suelo. La erosión se agrava en fuertes pendientes, climas con sequías anuales o lluvias intensas.
Hace desaparecer las especies de pastos más apetecidas para el ganado, proliferando las que éste no come.
El ramoneo excesivo también actúa favoreciendo la erosión porque los árboles y arbustos desprovistos de hojas ya no protegen al suelo del viento y la lluvia. Además, se reduce la materia orgánica que se incorpora al suelo y la sombra en torno al árbol, necesaria para el crecimiento de algunos pastos.
Las consecuencias del sobrepastoreo son mayores cuando se trata de cabras y ovejas, porque reducen demasiado el tamaño de la hierba, afectando su recuperación.
Es posible evitar estas consecuencias perjudiciales si se traslada periódicamente al ganado, cuidando no exceder el número de animales. Así se permite descansar a las parcelas para que la hierba y el suelo se recuperen.
Explicación: