cuales son las condiciones politicas y sociales en 1914 antes de la primera guerra mundial
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial
palideció la importancia de la Primera como precedente. Sin embargo, hoy se pueden analizar ambas como un
proceso conectado, al que algunos llaman la guerra de
los treinta años, donde el periodo 1914-1918 fue fundamental para entender el mundo en el último siglo, ya
que sus consecuencias, reforzadas en la Segunda Guerra, aún perduran, y podemos verlas como la primera ola
de un tsunami, cuya segunda ola, después del reflujo del
periodo de entreguerras, cambió el mundo.
La consecuencia más inmediata, y obvia, de la Guerra que empezó el 28 de julio de 1914 fue la muerte
de más de ocho millones y medio de personas, por las
decisiones de militares y dirigentes políticos. Pero, más
importante que el dato demográfico, es la forma, masiva
y premeditada, en la que se produjeron: lo que se pensaba que iba a ser una rápida guerra que condujera a un
armisticio para consolidar las posiciones alcanzadas, se
convirtió en una cruenta contienda de trincheras, donde
los objetivos militares consistían en causar más bajas del
enemigo de las que este pudiera reemplazar. En la preparación de la batalla del Somme, por ejemplo, el alto
mando francés calculó que hacía falta matar a 200.000
alemanes al mes para alcanzar la victoria.
Conseguir tal objetivo mortal, supuso consumir
enormes cantidades de armas, municiones y suministros
que hubo que fabricar en poco tiempo, lo que requirió
la necesidad de una gran cantidad de mano de obra que,
a su vez, reforzó el papel de las organizaciones obreras
y contempló una mayor incorporación de mujeres al
mundo laboral para ocupar los puestos de trabajo de los
hombres que tenían que ir al frente.
Esta incorporación de mujeres fue temporal, ya que
en la mayoría de los países, al acabar la guerra las mujeres, por motivos que se calificaron de “patrióticos”,
tuvieron que dejar sus puestos a los hombres que volvían del frente. Aunque la tasa de actividad femenina
nunca llegó a un 30% de la población en ningún país
(incluyendo agricultura), no cabe duda de sus efectos en
su papel social, el sufragio femenino, etc. Como otros
muchos efectos de esta primera guerra, en la segunda,
la nueva incorporación de la mujer al trabajo fue más
numerosa y más estable.
El fervor nacionalista con el que iniciaron la guerra
los países contendientes, reforzado por la ideología militar transmitida por intelectuales, maestros y religiosos,
fue reduciéndose a medida que empeoraban las condiciones de vida de la población civil, a lo que se unían los
muertos que muchas familias tenían entre sus parientes
más jóvenes. A partir de ahí, la actividad de los partidos
de izquierda, que en general se habían opuesto a la guerra, y las organizaciones obreras, animaron la creación
de los llamados frentes civiles que intentaban acabar
una guerra que habían iniciado determinadas élites políticas y militares. Una guerra que acabó implicando el
fin del primigenio internacionalismo socialista, a medida que se apoyaban en los Parlamentos los créditos de
guerra.
Como corolario de ambas guerras, se entendió que
el fervor patriótico no justificaba la muerte masiva de
tantas personas y se decidió que los conflictos, incluso
territoriales, debían resolverse por medios diferentes.
Después de ambas guerras, Europa se vacunó del horror
Explicación: