¿Cuales son las causas y consecuencias de la crisis política en el peru?
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Respuesta:
Los inversionistas que esperaban que la crisis hubiese acabado, pueden estar muy decepcionados.
El 21 de enero selló un mes desde que el Presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, se salvó de un proceso de juicio político en el que todas las probabilidades parecían estar en su contra. El mes ha estado marcado por protestas, críticas desde todos los ángulos del espectro político y una cada vez mayor polarización. Ahora que los ánimos están más tranquilos, y tanto peruanos como inversionistas tratan de dar sentido a los acontecimientos de las últimas semanas; tan sólo una cosa parece ser cierta, la incertidumbre está lejos de haber acabado.
Con el fin de contextualizar al lector, Kuczynski llegó al poder en julio de 2016 a través de una transición pacífica del poder, con una ambiciosa agenda de reformas orientadas a mejorar la infraestructura, fortalecer los sectores extractivos y proporcionar a los peruanos un acceso adecuado a servicios públicos. Sin embargo, el Congreso, controlado por la oposición, ha limitado el cumplimiento de la agenda de Kuczynski, bloqueando constantemente las iniciativas legislativas y perjudicando al Presidente y a su gabinete en cada oportunidad posible, aparentemente sin considerar unas repercusiones sociales y políticas más amplias.
La crisis llegó a su punto crítico cuando el 15 de diciembre de 2017, congresistas del partido opositor Frente Amplio presentaron una moción para destituir al Presidente, bajo la premisa de que este era "moralmente incapaz" de dirigir el país. La medida se produjo después de que 13 de diciembre, la desacreditada empresa de construcción, Odebrecht, aseguró haber realizado una serie de pagos entre 2004 y 2007 y por un valor de más de US $782,000, a la consultora del Presidente, Westfield Capital, por servicios de consultoría para la carretera interoceánica norte. La moción de destitución fue aprobada el mismo día con 93 votos a favor de un total 130.
Kuczynski por poco evitó su destitución en la votación del 21 de diciembre de 2017. La moción, que necesitaba 87 votos en el Congreso, no fue adoptada, particularmente porque varios congresistas cambiaron de opinión. La iniciativa obtuvo 78 votos a favor, 19 en contra y 21 abstenciones. El principal partido de oposición, Fuerza Popular (FP), que cuenta con 71 de los 130 escaños del Congreso y de quienes se creía que votarían en bloque a favor de la acusación, dio un giro inesperado cuando 10 congresistas se abstuvieron. FP está encabezado por la hija y el hijo del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000).