cuáles son las causas de uso de estas bolsas,Unicel, popotes entre otros?
Respuestas a la pregunta
Todos los días vemos pasar a cientos o miles de personas que suelen llevar un vaso de café en la mano. Esta bebida tiende a ser depositada en ligeros vasos de unicel, tan comunes para nosotros que no es usual pensar en el daño que este producto ocasiona al planeta. La (sobre) utilización del unicel no solo es apreciable dentro de la industria del café, sino que es un problema sistemático dentro del país. La industria alimenticia en México ha tendido a utilizar contenedores compuestos por poliestireno expandido, comúnmente llamado unicel[2], los cuales presentan bajos costos y una vida útil corta (de un solo uso).
Para la industria alimenticia, los aspectos “positivos” de utilizar contenedores desechables de unicel es que tienden a ser baratos y “ahorran” la limpieza de otro tipo de contenedores. No obstante, no todo es positivo a la hora de consumirlos. El uso de este tipo de productos acrecienta el problema de contaminación producida por los seres humanos a nivel mundial, el cual se ha ido transformando en un tema controversial alrededor del mundo. Entonces, ¿por qué debe de prohibirse el uso de contenedores de unicel en la industria alimentaria en México? El uso de productos de unicel desechables, usados dentro de la industria alimentaria en México, debe de prohibirse al ser un material biológicamente no biodegradable y altamente contaminante para el medio ambiente[3].
Antes que nada conviene aclarar ciertas ideas, el unicel es un derivado del petróleo, cuyo nombre científico es poliestireno expandido[4]. Su principal derivado es el estireno, un compuesto químico que ha sido catalogado como cancerígeno, de acuerdo a la Agencia de Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos de América (ATSDR).[5] Debido a los compuestos químicos con los que es fabricado, el unicel o poliestireno es un material no biodegradable: “la naturaleza sólo puede dividir su estructura en moléculas mínimas, pero no biodegradarlo.”[6] Una vez que el unicel es desechado, este comienza a fragmentarse en piezas cada vez más pequeñas, hasta llegar a convertirse en micro partículas.[7] Dentro de los basureros el desecho de unicel cuenta con dos opciones: puede ser desechado como relleno sanitario o puede ser incinerado. El proceso de incineración del unicel, y de la basura en general, es un procedimiento delicado, al implicar temperaturas sumamente altas dentro de las cuales los residuos emiten gases. Dichos vapores y gases han sido catalogados por el Buró Nacional del Centro de Estándares para la Investigación del Fuego de Estados Unidos de América como altamente dañinos.
Desecho y reciclaje de unicel en México
Debido a su complicado manejo y reciclaje, en México solamente existe una fábrica para el reciclaje del unicel, la cual es propiedad de la compañía de plásticos Dart de México. Dicha compañía limpia los productos de unicel ya usados, los compacta y les elimina el aire de su estructura para finalmente transformarlo en pequeñas esferas de poliestireno que podrán ser usadas para la creación de otros objetos a partir de éstas.[8] La capacidad actual de la fábrica de reciclaje es de 400 toneladas anuales, lo cual representa el 0.00004% del unicel consumido. Sin embargo, al considerar el volumen de unicel consumido dentro del país, la cual asciende a más de 100 mil toneladas de unicel anualmente[9], y que el país cuenta únicamente con una planta de reciclaje, es posible ver que el reciclaje no es una opción realista. De la misma manera, el unicel es aproximadamente 95% aire y 5% material[10]; por lo cual, tiende a ocupar cantidades masivas de espacio sin transportar una cantidad importante de peso neto. De manera análoga, es necesario considerar que la fábrica de reciclaje está ubicada en el Estado de México, al centro del país, lo cual implicaría que el desecho proveniente del interior de la República debe ser transportado hasta la planta de tratamiento, situación poco probable.
En el caso actual, de contar únicamente con la recicladora al centro del país, sería necesario crear una logística y cadena de reciclaje que implicase tanto a los gobiernos municipales, para la separación del unicel de los desechos normales, hasta la recolección estatal y federal. Una vez que se obtuviera dicha recolección debería de ser transportada hasta el Estado de México para lograr el propósito de reciclar este material. Con todo esto, no es realista afirmar que es posible reciclar la mayor parte del unicel consumido en México, al menos en la actualidad.