¿Cuales son las características más importantes de los tejidos protectores de las plantas?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Los tejidos meristemáticos, también conocidos como meristemas, son aquellos formados por células pequeñas, con capacidad de división y de diferenciación. Esto, permite que la planta pueda estar en continuo crecimiento.
Sus células pueden dividirse en dos tipos y, esto permite la creación de dos tipos de células:
Primarios: en este caso, proceden de células embrionarias no diferenciadas.
Secundarios: las células recuperan su carácter meristemático.
Los tejidos adultos
Para la formación de los tejidos adultos necesitamos que ocurran dos factores, uno es la división y otro es la diferenciación de las células de los tejidos embrionarios. Dependiendo de la función que desempeñen estos tejidos en las plantas podemos clasificarlos en: tejidos parenquimatosos, de soporte, protectores, secretores y conductores.
Los tejidos parenquimatosos
También conocidos como tejidos fundamentales son los más abundantes, que se encuentran entre los demás tejidos y llenan los espacios entre ellos.
Estos están formados por células que sí tienen vida, con una gran variedad de formas, como prismáticas, esféricas… Sus paredes celulares son muy finas y están compuestas por celulosa, cloroplastos y un vacuolo.
Podemos distinguir entre distintos tipos de parénquima:
Parénquima: Las células están vivas y mantienen la capacidad de división. Forman masas continuas y, en función del contenido desempeñan funciones diferentes, como fotosíntesis, almacenamiento de reservas o secreción.
Clorénquima: Es un tipo especializado de parénquima, contiene clorofila que es fundamental para la fotosíntesis.
Parénquima reservante: Es un tipo especializado de parénquima, se encuentra en la parte interna del vegetal y en órganos subterráneos, que sirven de almacén o reserva (pencas, cactus, tubérculos)
Colénquima: Forma parte de los tejidos de sostén. Sus células están vivas, tienen forma alargada y paredes desigualmente engrosadas. Actúan como soporte de los órganos jóvenes en crecimiento.
Esclerénquima: Al igual que el colénquima, también forma parte de los tejidos de sostén de una planta. Sus células tienen una pared lignificada gruesa y dura. Suelen estar muertas (cuando hay crecimiento secundario) y actúan como refuerzo y soporte de las partes que han dejado de crecer.
Parénquima clorofílico: En él ocurre la fotosíntesis, con lo cual sus células cuentan con abundantes cloroplastos. Se encuentra en el interior de las hojas donde podemos distinguir entre dos tipos de parénquimas: la parénquima en estacada y lacunar.
Parénquima acuífero: Este tipo de parénquima se desenvuelve y desarrolla principalmente en las hojas y en el tallo. Desempeña la función de almacenar agua.
Parénquima aerífero: Entre sus células se forman tabiques. Estos se encargan de delimitar grandes espacios intercelulares que es favorable para el intercambio de gases.
Parénquima vascular: Es la encargada de proteger los vasos conductores, como el xilema y floema.
Explicación:
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