cuales son las bienaventuranzas con sus interpretaciones
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Los pobres en espíritu
Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.
(Mateo 5:3)
El pobre en espíritu anhela reflejar el carácter de Jesús y que él sea glorificado en su vida. Vive en humildad, sometido al señorío de Cristo. Vemos que su recompensa, el reino de los cielos, le pertenece desde ya. No tiene que esperar al futuro, ya puede vivir en la realidad del reino de los cielos.
2. Los que lloran
Dichosos los que lloran, porque serán consolados.
(Mateo 5:4)
Es cierto que pasamos por situaciones tristes y difíciles en el transcurso de la vida y Dios también trae consuelo y paz a nuestros corazones en esos momentos. Pero la bienaventuranza es más bien para los que lloran con dolor profundo por los pecados cometidos. ¡Ellos serán consolados!
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3. Los humildes
Dichosos los humildes, porque recibirán la tierra como herencia.
(Mateo 5:5)
La persona humilde o mansa sabe que Dios tiene todo el control, confía en él y se aferra a él y a sus promesas. Es alguien que espera sin dudar, con la confianza de que Dios cumple lo que dice y que su mover siempre resulta en un bien para sus hijos. La recompensa para el humilde: recibirá la tierra como herencia.
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4. Los que tienen hambre y sed de justicia
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
(Mateo 5:6)
Reconocen que la verdadera justicia viene de Dios porque la han experimentado en sus vidas. Han recibido su perdón y le siguen en santidad y en obediencia. Saben que aun en medio de todo lo que parece injusto en este mundo Dios obrará tarde o temprano con su justicia y esta certeza los impulsa. La promesa para ellos es que serán saciados. Verán la manifestación de la justicia de Dios.
5. Los compasivos
Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión.
(Mateo 5:7)
¿Cómo se expresa la compasión? Siguiendo el ejemplo de Dios. Él nos abrió el camino hacia la vida eterna a través de Jesús cuando aun éramos pecadores (Romanos 5:8). Cuando somos compasivos tendemos la mano a los demás y les ayudamos a ser mejores personas e hijos de Dios.
El compasivo se esfuerza en entender la situación de los otros sin ignorar o dejar pasar los errores que hayan cometido. Les da las herramientas necesarias para que descubran y usen el potencial que Dios ha puesto en ellos. Mantiene los ojos fijos en lo que Dios quiere hacer y no en los errores que las personas hayan cometido.
6. Los de corazón limpio
Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.
(Mateo 5:8)
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en su lugar santo? Solo el de manos limpias y corazón puro, el que no adora ídolos vanos ni jura por dioses falsos.
(Salmo 24:3-4)
7. Los que trabajan por la paz
Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
(Mateo 5:9)
La paz a la que se refiere es la paz interna, la de saber que somos hijos de Dios, que hemos sido reconciliados con él por medio de la obra de Jesús en la cruz. Para los pacificadores, su misión es reconciliar al mundo con Dios, ayudarle a vivir en su paz. Ellos serán llamados hijos de Dios porque expresan de una forma especial el corazón del Padre.
8. Los perseguidos por causa de la justicia
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece.
(Mateo 5:10)
Son bienaventurados los que son perseguidos porque actúan a favor de la justicia. Estas son las personas que no se quedan calladas cuando ven que se maltrata a un indefenso. Son los que levantan su voz y actúan a favor de los derechos de los que no se pueden defender porque saben que cada vida tiene valor ante Dios. Trabajan en busca de soluciones para que todos vivan en paz y reciban respeto.
A estos también, al igual que a los pobres en espíritu, les pertenece el reino de los cielos. Desde ya disfrutan de su recompensa. ¿Por qué? Porque el reino de los cielos se acerca cuando somos guiados por la justicia que viene de Dios.
Ánimo para los cristianos perseguidos:
Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes. (Mateo 5:11-12)
Los que son perseguidos por causa del Evangelio tendrán una gran recompensa en el cielo. Hoy día hay muchos hermanos que no tienen la libertad de ir a reunirse como Iglesia o ni siquiera pueden tener la Biblia en sus hogares. Son forzados a vivir su fe en solitario y con mucha cautela. Muchos están en prisión; sufren aquí, pero serán recompensados por la eternidad.
Debemos apoyarles en oración pidiendo a Dios que les fortalezca y que ellos puedan sentir su paz en medio de las dificultades que enfrentan diariamente.