¿cuáles son las acciones humanas que más afectan a la atmósfera?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
espero te sirva <3
Explicación:
La contaminación atmosférica es la presencia en la atmósfera de sustancias, materias o formas de energía que supongan una molestia grave, un peligro o un daño para el ser humano o el medio ambiente, según recoge el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos como género humano es la supervivencia del planeta. Los altos niveles de contaminación y las malas prácticas de desarrollo han provocado que actualmente la Tierra haya dejado de ser un lugar acogedor, cálido y sostenible.
Nueva llamada a la acción
Estamos ante una grave situación. Y aunque es cierto que cada vez es más irreversible, todavía estamos a tiempo de intervenir a partir de las decisiones que tomamos en nuestro día a día. ¡Veamos en qué punto nos encontramos y cómo podemos contribuir!
"contaminacion-de-la-atmosfera"
Para empezar, deberemos situarnos en el origen de la cuestión. Entre las principales causas se encuentra la contaminación de la atmósfera, cuyos niveles han aumentado considerablemente en las últimas décadas.
Así, la industrialización nos ha facilitado la vida en muchos sentidos, pero al mismo tiempo ha generado la acumulación de altísimos niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera y otros problemas derivados. ¡Conócelos!
¿Cuáles son las causas de la contaminación de la atmósfera?
Esa acumulación de gases en la atmósfera ha provocado la aparición de grandes fisuras en la capa de ozono, lo cual ha generado otros fenómenos de notable impacto negativo, como el cambio climático y el calentamiento global, de los cuales te hemos hablado en numerosas ocasiones en este blog.
Son diversas las causas que explican la contaminación de la atmósfera. Algunas de ellas se pueden resumir de la siguiente manera:
Nueva llamada a la acción
Extracciones mineras
Muchos minerales se obtienen gracias a productos químicos y el uso de maquinaria pesada que contamina el aire de partículas de polvo y gases. Además, la extracción genera, en un buen número de casos, daños irreparables en los entornos.
Uso de pesticidas en las actividades agrícolas
Insecticidas, pesticidas, fertilizantes y otros productos químicos se emplean para el cultivo de alimentos, lo cual causa un grave perjuicio a los suelos y favorece la acumulación de gases en el aire. De ahí que en la actualidad se insista tanto en la necesidad de optar por los cultivos ecológicos, es decir, libres de cualquier químico.
Industrialización excesiva
El aumento de fábricas y el consumo masivo son otra causa de la contaminación atmosférica. Cuanto mayor sea la demanda de artículos, mayores serán los efectos nocivos para el planeta.
Quema de combustibles
Los medios de transporte convencionales queman una gran cantidad de combustible y los convierten en gases, algo que también influye en la calidad del aire que respiramos.
La deforestación
Al no haber suelos adecuados para la siembra de especies vegetales, se reduce el número de árboles. Y esto, a su vez, evita que muchos de los gases contaminantes que circulan en el aire puedan ser neutralizados y el aire se limpie. Los árboles cumplen esa función.
Contaminación de la atmósfera, ¿cómo podemos ayudar?
Si bien es verdad que las soluciones para frenar la contaminación de la atmósfera deben contar con el apoyo de instituciones globales y de gobiernos locales, también es cierto que nosotros, como ciudadanía, podemos realizar valiosos aportes a esta causa. Toma nota de las siguientes formas de contribución:
Reciclaje de residuos, productos y materiales. De esta forma evitamos que la demanda de artículos aumente y que las fábricas, a su vez, produzcan nuevas unidades. El impacto medioambiental será menor.
Prolongando la vida útil de los objetos. Esta es una medida en sintonía con la anterior y que invita a usar la creatividad. Por ejemplo, unos jerseys de lana viejos y gastados pueden no valer para el día a día, pero, si se deshacen y tejen nuevamente, pueden convertirse en una mantita de entretiempo.
Uso de la bicicleta o de otros medios de transporte alternativos y, sobre todo, que no contaminen el medio ambiente.
Consumiendo responsablemente. Adoptando hábitos de consumo responsable como la compra de productos de Comercio Justo o el ahorro en nuestro consumo de energía nos aseguraremos de que nuestro consumo –que es inevitable– tenga el menor impacto sobre el planeta y también sobre el propio ser humano.