. Cuáles pueden ser los efectos de una economía como la soviética (que impulsó un mayor desarrollo de la industria pesada en desmedro de la de bienes de consumo) sobre la vida cotidiana de la población. Justifiquen su respuesta.
Respuestas a la pregunta
Explicación:
El Estado, sobre la base de la red de sóviets, determinaba una planificación y control global de la economía soviética de forma centralizada con el objetivo de satisfacer las necesidades básicas de la población. El máximo órgano planificador era el Ministerio de Planificación, conocido como Gosplán. En su proceso para determinar el desarrollo futuro recibía las directrices del Consejo de Ministros de la URSS y los Gosplan de las repúblicas federadas, elaboraba el plan y lo aprobaba tras someterlo al Soviet Supremo.
En sus primeros años, las consecuencias de la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil Rusa obligaron al nuevo país a adoptar un nuevo tipo de economía, el llamado comunismo de guerra; tras el final de la guerra civil el gobierno de Lenin impuso la Nueva Política Económica (NEP) que combinaba elementos socialistas y capitalistas, pero que no fue capaz de impulsar y restablecer la economía, por lo que desde 1928 con Iósif Stalin se impusieron los Planes Quinquenales.
A partir de los programas de planificación la Unión Soviética conoció un periodo de gran desarrollo económico que se vio brevemente interrumpido por la invasión de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la victoria en la guerra y a pesar de las graves pérdidas humanas y materiales, la Unión se convirtió junto a Estados Unidos en una superpotencia, tanto económica como militar, consiguiendo grandes hitos históricos como la puesta en órbita del primer satélite artificial, el lanzamiento del primer ser humano al espacio y una gran influencia mundial. Este brillante periodo comenzó su descenso en 1973, coincidiendo con el final de la Edad de oro del capitalismo. El alargamiento de la Guerra fría y la carrera armamentística que esta imponía, sumadas a errores estratégicos y demoras burocráticas, llevaron a partir de entonces a una progresiva desaceleración económica que motivó conflictos e hizo florecer movimientos nacionalistas e independentistas, que sumados a medidas que tendían a una vuelta paulatina hacia el capitalismo, acabaron por hacer desaparecer a la Unión Soviética en 1991.
Entre finales de la década de 1980 y principios del decenio de 1990 existían indicios preocupantes en la marcha de la economía soviética:
El abastecimiento energético básico de la Unión atravesaba graves dificultades.
La producción siderúrgica y petrolera se estancó en el período 1980-1984.
Las plantas de generación y las líneas de transmisión estaban anticuadas y faltas de mantenimiento, como atestiguan las frecuentes averías o apagones.
En el sector agrícola, la producción de cereales —adaptada a las condiciones climatológicas— no registró alza alguna con respecto a la década anterior, pese a las grandes inversiones realizadas.]Así, un país históricamente exportador agrícola como la Unión Soviética, tuvo que recurrir a la importación de cereales para satisfacer sus necesidades alimenticias desde 1971, a pesar de copar las primeras posiciones mundiales en producción agrícola.
La productividad agrícola era increíblemente baja a pesar de su alto grado de mecanización, pues el rendimiento por hectárea era unas 7 veces menor que el registrado en el campo estadounidense.
La esperanza de vida de los hombres soviéticos estaba estancada o disminuyendo en vísperas de la perestroika
A pesar de sus éxitos en la carrera espacial o la industria nuclear, la URSS había terminado quedándose rezagada en sectores de alta tecnología, como la robótica, ordenadores, láser, telecomunicaciones o fibra óptica.
Los gastos militares eran muy elevados, representando entre un 8 y un 15% del PIB apartando a los trabajadores más capacitados de la industria civil.