¿Cuáles han sido las
diferencias entre el trabajo
infantil dentro y fuera de la
familia a lo largo de
la historia?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:La explotación económica de los niños es un insulto para la humanidad. En todo el mundo sigue habiendo niños y niñas que trabajan, poniendo en peligro su educación, su salud, su desarrollo normal e incluso su propia vida.
En Chile hay 4,5 millones de niños y niñas menores de 15 años. De ellos cerca de 1,5 millones viven en la pobreza y aproximadamente 400 mil son extremadamente pobres, es decir, habitualmente pasan hambre pues sus padres no disponen de los ingresos mínimos para alimentarlos. Los estudios revelan que los hogares tienen más niños que los hogares más ricos y que en los sectores más desvalidos de la población el 82% son niños.
La falta de equidad en la infancia se manifiesta en una serie de situaciones. Por cada 1000 nacidos vivos 15 no llegan al año de vida en las comunas más pobres. La educación pre-escolar, vital para la estimulación temprana de los niños, en el quintil más pobre tiene un 25% menos de cobertura que en promedio nacional.
En Chile hay más de 47 mil niños y niñas menores de 15 años que se ven obligados a trabajar para ayudar al sustento de sus familias.(Encuesta CASEN 1996). Otros estudios hablan sobre 100.000 niños que trabajan.
Estos niños tendrán más dificultades y menos oportunidades para enfrentar el futuro respecto al resto que ha debido soportar esas carencias. Tal vez una de las carencias mayores de la niñez actual es una cierta ausencia de la figura del padre, no sólo en los casos en que ha abandonado la familia, sino que aquellos que viviendo en el seno familiar, entrega muy poca atención y tiempo a sus hijos y se desliga de su formación personal.
En nuestro país el Trabajo Infantil está estrechamente vinculado a la pobreza tanto sea esta en la ciudad como en el medio rural. Es una problemática antigua que ha cruzado Gobiernos, políticas de intervención y personas. Su base es estructural con una reproducción histórica. Al preguntarle a muchos de los trabajadores de hoy, reconocen el haberse integrado tempranamente al mercado laboral, desempañando tareas para terceros o para sus propias familias a fin de ayudar a la generación de ingresos del grupo familiar.
En la actualidad muchos de nuestros niños vuelven a repetir la historia de sus padres, asumiendo labores en un mundo de adultos, para el cual no se encuentran ni se encontraran preparados ni física, ni psicológica ni mentalmente. Para muchos de ellos estas actividades laborales no son actividades ocasionales, ni de paso en su evolución hacia ser adulto, por el contrario, es una actividad que pasa a ser parte de su vida diaria, un fenómeno que ocupa un lugar preponderante en su quehacer cotidiano, siendo en muchos casos una actividad fundamental para el cómo para su familia, que reemplaza a la educación, a la recreación, a la cultura, en síntesis es una ofensa a su calidad de niño, a sus derechos, a sus libertades.
DISCUSION BIBLIOGRAFICA.
Uno de los temas que más ha preocupado al Gobierno de Chile es el tema de la exclusión la cual es reflejo del modelo económico de mercado que da lugar a sociedades dualizadas, entre aquellos que tienen acceso a los mercados de bienes materiales y simbólicos y los que van siendo desplazados por condiciones económicas, sociales, étnicas, etareas, educacionales, migratorias, etc. Esta tesis establece que en ámbito productivo y de los mercados laborales, esta dualización da lugar a situaciones de segmentación que son casi inherentes a la lógica productiva y de organización del trabajo predominantes en la actualidad. Incluso se dan situaciones externas de segmentación respecto a la calidad de los empleos, salarios y de las condiciones de seguridad. Esto ha llevado a que en América Latina y en Chile hoy están emergiendo formas espúreas de trabajo precario, que se esconden bajo las llamadas formas atípicas de trabajo. Una de estas es el trabajo infantil. En este sentido la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través de su ex Director General W. Blanchard plantea que la " base de una acción a largo plazo para abolir el trabajo infantil deben constituirlas políticas encaminadas a promover el empleo de las personas adultas, incrementar los ingresos y elevar los niveles de vida. Sin embargo, también pueden emprenderse acciones inmediatas y directas para erradicar las formas más censurables de trabajo infantil y hasta su total abolición, protegiendo a los niños de las condiciones de trabajo peligrosas o explotadoras.