¿Cuáles fueron los nuevos virreinatos y capitanías que crearon en América? ¿Por qué decidieron
hacerlo? (ver: unidades administrativas)
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La extensión del territorio americano dominado por España abarcaba ya en Siglo XVII, desde el centro de los actuales EE.UU. hasta tierra del Fuego y desde el Atlántico hasta el Pacífico, rodeando la zona ocupada por Portugal.
En un principio el inmenso territorio se dividió en dos jurisdicciones llamadas virreinatos: el de Nueva España, creado en 1534, y el del Perú, fundado en 1542; y dos Capitanías Generales, la de Yucatán (creada en 1542) y la de Nueva Granada (creada en 1564).Pero los territorios a administrar seguían siendo muy grandes y difíciles de controlar y la corona española decidió subdividirlos y crear nuevos virreinatos y capitanías. Así, la Capitanía de Nueva Granada se transformó en Virreinato, surgió el Virreinato del Río de la Plata (1776) y se crearon las Capitanías de Chile, Cuba, Venezuela y Guatemala.
Los virreyes eran los representantes directos del rey en América y eran los funcionarios más poderosos en estas tierras. En un principio su nombramiento era vitalicio (de por vida), pero cuando la corona notó que se volvían un tanto independientes y ambiciosos, les redujo el mandato a un período que iba de tres a cinco años, según los casos. Cuando terminaban su mandato debían someterse al «juicio de residencia», en el que la Corona evaluaba la actuación del virrey y, sobre todo, si se había enriquecido injustificadamente durante su gestión.
Los virreinatos estaban a su vez divididos en gobernaciones, intendencias y municipios. Dentro de los municipios la institución más importante era el cabildo, que se encargaba del gobierno y la administración de las ciudades y sus alrededores. Cuando la situación lo requería podía convocarse a un Cabildo Abierto al que podían concurrir -como decían las invitaciones de la época- «la parte más sana y principal de la población», es decir, los vecinos propietarios.
El poder judicial estaba representado por la Audiencia y a su cargo estaban los «oidores» que ejercían la justicia civil y criminal.