- ¿Cuáles fueron las reformas agrarias adoptadas para enfrentar las crisis económicas que atravesaba nuestro país?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación: Se entiende por Reforma Agraria una reorganización jurídica e institucional planeada de las relaciones entre el hombre y la tierra.»
La otra, quizás más académica, es la aportada por Jean Le Coz en su obra Las Reformas Agrarias, publicada en 1974, donde la explicaba como:
«el conjunto de operaciones que tienden a transformar la estructura territorial de un estado o de una región mediante la modificación de las relaciones sociales, con el fin de asegurar la mejora de las técnicas de cultivo y el aumento de la producción agrícola.»
A partir de ambas aproximaciones cabría empezar a señalar algunos puntos comunes. En primer lugar, se trata de una acción consciente, y más o menos planificada, que pretende incidir en diversos frentes. De alguna manera, esta intervención ha de tener una repercusión institucional, es decir, ha de legitimar una vinculación diferente entre el hombre y la tierra.
Por otro lado, las relaciones sociales e, implicitamente, el modo de producción configuran el eje que articula y da sentido al cambio que se pretende. A la par, uno de los objetivos importantes parece ser el incremento de la productividad agrícola.
El discurso teórico que se ha ocupado de las reformas agrarias durante los últimos años ha partido, básicamente, de los elementos que acabamos de enumerar. Ahora bien, probablemente se podría distinguir entre aquellos que ponen el énfasis en la productividad, como móvil principal, y los que, por el contrario, lo hacen sobre el régimen de propiedad o tenencia, como factor explicativo de las diferentes modalidades. Entrar en tales matices nos distraería de nuestros fines pero, de todos modos, tal dicotomía aparecerá de diferentes maneras a lo largo de estas páginas.
Además de estos aspectos, que son recurrentes en todos los trabajos acerca de las tensiones sociales en el espacio agrario, deberíamos añadir algunas consideraciones que provienen de la tradición marxista y que se podrían ejemplificar con estudios como el de Gutelman (2). Cabría formular su idea en los siguientes términos: toda reforma agraria es un producto social, es decir, sus características, su «morfología», son fruto de una serie de condiciones históricas, geográfico - ambientales y sociales, pero, a su vez, influye y modifica el medio en que se produce. Tal planteamiento promete ser especialmente provechoso desde la intención, ya anunciada, de desvelar las relaciones entre reforma, modo de producción global y disponibilidades tecnológicas.
Para explicar estas cuestiones he organizado dos grandes núcleos conceptuales. En el primero se abordan los aspectos generales, a saber: la conexión existente entre los cambios en la estructura agraria y las posibilidades de crecimiento económico global, lo que define el marco que daría sentido a cada reforma particular.
A continuación es posible ocuparse de los problemas propios de las diferentes intervenciones en el espacio agrario para pasar, por último, a uno de los temas centrales como es el del tamaño de las explotaciones y sus implicaciones relativas a la potencial competitividad.
Definidas estas líneas podríamos, en la segunda parte, estudiar los casos concretos, en la perspectiva de señalar diferentes modalidades de actuación. Así, veremos inicialmente los cambios acaecidos en la primera mitad del siglo. Trataré de mostrar que la contradicción básica estaba, entonces, entre racionalización y reparto, y la dimensión de las parcelas era un aspecto prioritario.
Luego pasaremos a las estrategias de crecimiento económico global puestas en marcha tras la II Guerra Mundial, el nuevo potencial tecnológico y el nuevo tipo de transformaciones que tales circunstancias auspiciaban.