¿Cuáles fueron las formas dramáticas neoclásicas en Colombia?
Respuestas a la pregunta
En Colombia, donde la tradición clásica y académica ha sido muy fuerte hasta nuestros días, destacaron en los años finales del s. xviii grupos poéticos de este cariz como la Tertulia eutrapélica o la Academia del Buen Gusto, ambos radicados en Bogotá. Mayor interés tiene, sin embargo, el grupo de poetas de Popayán, al que pertenecen José María Valdés, Francisco Antonio Rodríguez y, sobre todo, José María Gruesso (1779-1835) y Francisco Antonio Ulloa (n. 1783), que representan la influencia prerromática de Young y Gray, aunque expresada aún en el marmóreo lenguaje neoclásico.
Literatura de Colombia independiente. Se ha dicho que Colombia es país de literatos. Y de poetas, más concretamente. Y es verdad que no puede señalarse lo mejor de la literatura de Hispanoamérica sin hablar al mismo tiempo de algunos poetas; y, sobre todo, filólogos y novelistas colombianos.
Los poetas. Fue contemporáneo de José Eusebio Caro (v.), Julio Arboleda (1818-62), autor de Gonzalo de Oyón, único intento de épica que se ha hecho en Colombia. Es una leyenda heroica, de asunto romántico. Quizá la falta de una acción unificante le quite interés a la obra total que, por otra parte, quedó inconclusa. Pero cada uno de sus cantos tiene un gran valor por las vivas descripciones, por la sostenida inspiración, por el maravilloso juego de lo fuerte y de lo blando en el manejo de los versos heroicos y románticos. Recuerda al Tabaré de Zorrilla de San Martín.
Los prerrománticos. En el nuevo espíritu prerromántico, intensamente vivido por la burguesía criolla, confluyeron, junto con los poemas de Young y el falso Ossian, dos relatos que por su ambiente americano fueron muy pronto leídos, traducidos e imitados en todo el continente: Pablo y Virginia de Bernardin de Saint-Pierre (v.) y Atala de Chateaubriand (v.). Dentro de esta nueva fórmula sentimental destacan escritores como el colombiano José Fernández Madrid (1789-1830), al que sus contemporáneos llamaron «el sensible», y el argentino José Antonio Miralla (1789-1825).
Francisco Álvarez de Velasco y Zorrilla (Bogotá, 1647 - Madrid, 1708) era hijo de un oidor neogranadino y de la hija de un oidor de Quito. Desde muy temprano recibió formación religiosa y ejerció la vida política. Su obra fue recogida en el libro Rhytmica Sacra, Moral y Laudatiria. Al contrario de Domínguez Camargo, era un gran admirador de Francisco de Quevedo y era reticente con respecto al gongorismo, con la excepción de Sor Juana Inés de la Cruz a quien le escribió desconociendo que había muerto. Velasco y Zorrilla asume el nuevo lenguaje americano -sus modismos- con orgullo, por lo que se ha ganado el reconocimiento como 'primer poeta americano'. También se le atribuye ser precursor del neoclasicismo. Se destaca su poema Vuelve a su quinta, ah friso, solo y viudo en donde relata el triste reencuentro del hombre viudo con su hogar y cómo la ausencia de su amada transforma el ambiente para el que llega y para los que están.
El neoclasicismo o estilo neoclásico fue un movimiento cultural, artístico y literario que se desarrolló desde mediados del Siglo XVIII hasta las primeras décadas del siglo XIX, en que después fue sustituido por el Romanticismo. Su origen viene de la reacción ante los "excesos" del barroco en el arte y especialmente el abuso decorativo de su última fase: el rococó. El neoclasicismo significó una vuelta a los contenidos grecorromanos y se buscaba nuevamente el equilibrio y la armonía entre los diferentes elementos.
En Hispanoamérica, tuvo gran influencia en la cultura y política. Creo gran interés por la libertad y la suerte de sus pueblos; las ideas liberales de lucha contra la tiranía y la intolerancia. Varias de las manifestaciones reconocidas son la poesía neoclásica y la poesía gauchesca que se originó más tarde.
El neoclasicismo en general es la recopilacion de todas las escuelas literarias en la cual todo el mundo vivia en paz y todos eran lo suficientemente sabios para asumir su oscurantismo e igualdad.