cuales fueron las 2 rutas de nuestra independencia
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El poco menos de medio siglo que corre entre
1781 y 1828 comprende una de las épocas más
dinámicas de nuestra historia. Desde ese gran
movimiento popular que conocemos como la rebelión de los Comuneros hasta los aciagos años
de la Convención de Ocaña, que marcó el final
de una época de glorias y esperanzas, los años se
sucedieron en una vertiginosa suma de eventos
que, en su conjunto, significaron la desaparición
del Virreinato de la Nueva Granada y el nacimiento de lo que hoy reconocemos como nuestra
patria, Colombia.
Durante esos mismos años cambió el orbe occidental: el Antiguo Régimen, esto es, la monarquía
absoluta, enfrentó su fin de manera sangrienta y
vio nacer de sus cenizas regímenes democráticos,
unos convertidos en monarquías constitucionales
y otros en repúblicas representativas, pero todos
instituidos en cartas constitucionales fundadas
en un pacto social cimentado en la carta de los
derechos ciudadanos. Las Revoluciones Atlánticas, como se conoce a este período de la historia
de Occidente, es entonces el marco que da sentido
a los sucesos ocurridos en nuestro territorio pues,
sin duda, no fueron ajenos a esa atropellada oleada transformadora que al envolvernos nos puso
de frente una vez más a un nuevo mundo.
La rebelión de los Comuneros; la Expedición
Botánica; las Juntas Supremas Provinciales y sus
actas de autonomía; la Campaña del Magdalena,
en el inicio de lo que denominamos la Campaña
Admirable; la Campaña Libertadora y La Gran
Convención de Ocaña, que da fin a lo creado en
Cúcuta en 1821, son las etapas que en su sucesión
nos permiten adentrarnos en esa época fundadora y entender sus paradojas, sus sueños y sus
afanes. Detenernos en ellas es hacerlo desde sus
singularidades, pues cada una de dichas etapas no
fue directamente causa de la siguiente sino, mejor, pasos en diferentes direcciones, búsquedas,
apuestas de futuro, que por diversos caminos y
disímiles modos de actuar nos permitieron fracturar los cimientos del absolutismo y colocar los
de la república democrática.
Los eventos históricos ocurren siempre en el tiempo, por supuesto, pero igualmente suceden en el
espacio. No hay hecho humano que no pueda ser
referido a una época y a un lugar: la una necesita
de la otra cuando es la escala humana la que nos
apela. Por ello, nuestras Rutas de Turismo Cultural, en la perspectiva de la conmemoración del Bicentenario de las Independencias, no sólo hace de
esas seis etapas su punto de interés sino que, por
lo mismo, propone hacerlo desde la territorialidad
en la que ellas se dieron: en términos de hoy, los
Comuneros en las provincias al sur de Santander,
Boyacá y norte de Cundinamarca en 1781; la Expedición Botánica, en el suroccidente cundinamarqués y norte del Tolima, iniciada en 1783; las
Juntas Autonomistas en el conjunto de diecisiete
ciudades que se pronunciaron a favor de un gobierno propio ya sea para oponerse o para proteger
al Consejo de Regencia, en 1810; La Campaña del
Magdalena que siguió el curso del Gran Río desde
su desembocadura hasta los límites de los departamentos de Bolívar, Cesar y Norte de Santander,
pues los ejércitos de Bolívar en su búsqueda de Caracas se desviaron del río para seguir por la ruta de
Ocaña a Cúcuta, lo que sucedió entre diciembre de
1812 y mayo del año siguiente; la Campaña Libertadora en Arauca, Casanare y Boyacá en 1819; en
fin, la Gran Convención, que nos traslada a Ocaña
en Santander del Norte, pero que para entenderla
debemos remontarnos a Cúcuta en 1821 y a Bucaramanga en el mismo año de 1828. Años y lugares,
entonces, se entreveran para dar forma a nuestras
Rutas Bicentenario.
Decenas de poblaciones se encuentran en esos
parajes, la mayoría de ellas centenarias al momento de la Independencia, testigos del trasegar
de seres humanos, mercancías y, no menos importante, ideas y sueños. En sus calles y edificioscación: