¿Cuales eran los metodos de lucha de los anarquistas, socialistas y sindicalistas?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las prácticas anarquistas predominaban el inmediatismo y el intento de aceleración de los
tiempos políticos; el análisis teórico quedaba absolutamente subordinado a la acción. Estos
discursos simples y con objetivos claros, crearon simpatía en un sector amplio del
movimiento obrero. Durante los primeros años la actividad anarquista fue propulsada
principalmente por inmigrantes, que muchas veces conformaban grupos de pertenencia
según sus pueblos de origen.
El Partido Socialista, si bien en un principio promulgaba las ideas marxistas,
posteriormente se acercó más al ideario de Alberdi, profesando la idea de una República
abierta y ampliada. Es decir, no querían destruir el sistema social imperante, sino propiciar
la participación de todos los sectores sociales en la vida política de los argentinos; es
necesario mencionar que en la sociedad argentina de inicios del Siglo XX, los sectores
bajos y los inmigrantes no poseían los mismos derechos políticos que la élite gobernante.
Por último, estaba el naciente sindicalismo. Sus reivindicaciones se centraban en lo
económico y sus métodos eran similares a los de los anarquistas; aunque a diferencia de
ellos, no buscaban un cambio de sistema sino una mejora en sus derechos laborales.
Quienes tomaron las riendas de las reivindicaciones obreras, fueron los anarquistas
desempeñando un importante rol desde fines de siglo, dirigiendo la Federación Obrera
Argentina.
El tema se centrará en los diferentes acontecimientos en 1910, cuando el gobierno de
Alcorta se dispuso a evocar la Semana de Mayo.
Inmediatamente, bajo las luces de los festejos estallaron viejas y nuevas aspiraciones de
sectores tradicionales y emergentes, que se ampliaron en renovadas ideas y políticas. De
acuerdo a lo antes mencionado, anarquismo, socialismo y sindicalismo revolucionario,
dentro de la FORA se constituyeron en legítimas alternativas al régimen conservador.
Queremos aclarar que las conclusiones con las que cerramos nuestro trabajo de
investigación son someras pinceladas. Es decir, aristas que no pretenden cerrar el tema,
sino al contrario, que abren interrogantes para futuros retos. Retos que, como nóveles
investigadores estamos ansiosos por abrazar. El camino recién comienza